Alimentación

Los 3 secretos de los chinos para vivir más de 100 años, revelados por la ciencia

Un exhaustivo estudio sobre la dieta y hábitos de los ancianos chinos revela datos sobre qué alimentación podría ser más beneficiosa para los occidentales

Mujer china
Algunos de sus hábitos reducen un 37% la mortalidad prematuraFreepik

España es el tercer país de Europa con mayor esperanza de vida. Este concepto alude a la cantidad media de años que vive una determinada población, en un periodo determinado. Así, la esperanza de vida en nuestro país es de 83,3 años, según Eurostat. Esto nos sitúa como el tercer territorio más longevo de Europa y las razones se deben, entre otras cosas, a las costumbres, las tecnologías en la sanidad y la alimentación. Nuestro país goza de dos de las mejores dietas –la Mediterránea y la Atlántica– del mundo y un estilo de vida saludable.

Es por ello que albergamos un gran número de personas centenarias. De hecho, la catalana María Branyas es actualmente la persona más longeva del planeta. Se cree que en hay más de 621.000 personas que superan la barrera de los 100 años en la Tierra, según datos de la División de Población de la ONU. Y, de todas ellas, más de 50.000 residen China.

Al igual que nosotros, el gigante oriental también alberga algunos secretos para vivir más y que cada nueva generación sea más longeva que la anterior. Es por eso que un estudio publicado en la revista Nutrients se ha centrado en estudiar por qué la población china vive tanto. Según sus resultados, los habitantes del país oriental se apoyan en tres claves para superar los 100 años.

Antes de pasar a detallarlas, los autores del estudio señalan que todavía hoy día "no se entienden completamente los determinantes de la longevidad". Así, explican que se cree que influyen las etiologías múltiples, que son por ejemplo factores biológicos, ambientales y psicosociales. Pero "los factores del estilo de vida, como la actividad física, el tabaquismo y los hábitos alimenticios, juegan un papel importante", explican.

Para llegar a sus conclusiones sobre los tres hábitos que hacen que los chinos superen la centena, los autores utilizaron los datos de la 'Encuesta Longitudinal de Longevidad Saludable de China' realizada entre 1998 y 1999. De ella extrajeron e investigaron los hábitos alimenticios, el estilo de vida y la mortalidad por cualquier causa en 8.959 personas mayores de 80 años.

Durante la duración de la encuesta murieron 6.626 personas. La base de datos se fue actualizando con datos de seguimiento cada dos o tres años hasta 2011: "Al final del seguimiento, la edad media era de 97,6 años para los sobrevivientes, y 96,5 años para los no supervivientes".

Todos los datos relativos a la alimentación, hábitos y fallecimientos se recopilaron a través de entrevistas personales, donde los mayores contaban por ejemplo qué dieta seguían. "Se pidió a los participantes que informaran de su ingesta de alimentos (tanto actual como a la edad de 60 años) de frutas, verduras, carne, pescado, frijoles, té, ajo, huevo y verduras conservadas con sal", explican.

El primer secreto de la longevidad: todo sobre la dieta china

En este sentido, se dieron cuenta de que la dieta china se basa en el consumo de vegetales y carbohidratos, pero pocas proteínas animales. Más del 80% de los mayores de 60 años consumen una cantidad de proteína inferior a las recomendaciones de las organizaciones de la salud. Según la investigación hay estudios que sugerirían que demasiada proteína aumenta el riesgo de mortalidad.

Además, el estudio apunta a que las frutas y verduras frescas reduce la mortalidad, pero las hortalizas envasadas aumentan el riesgo: "El consumo de frutas y verduras fue inverso. Mientras que la ingesta de verduras conservadas con sal fue positiva, se asoció con el riesgo de mortalidad entre los más mayores". Por otro lado, concluyeron que ni la carne, ni el pescado, las legumbres o los huevos, tienen efectos protectores.

Otro de los alimentos básicos de esta dieta, el arroz, tampoco tiene ningún efecto, ni positivo, ni negativo. Así pues, la ingesta media diaria de 300 gramos de arroz y de trigo no se asoció con una mayor mortalidad. Sin embargo, un dato curioso es que para la población occidental el consumo en exceso de este alimento puede resultar perjudicial, no siendo así para los asiáticos, por adaptarse mejor a su dieta.

En lo que se refiere a las legumbres, el 80% de los participantes las tomaban, en especial el tofu. Pero a los investigadores les sorprendió descubrir que, a mayor consumo, mayor riesgo de mortalidad presentaban los ancianos que sí la consumían, en comparación con aquellos que no tomaban tanta proteína.

Dos "trucos" más

En cuanto a sexos, las mujeres tienen menos riesgo de mortalidad que los hombres, según el estudio: "Las mujeres tenían aproximadamente un 20% menos de riesgo de mortalidad que los hombres". Pero realizar actividad física era favorecedor para ambos sexos. En este sentido, la información sobre la actividad física regular se recogió mediante la pregunta: "¿Hace ejercicio regularmente en la actualidad, incluyendo footing, jugar a la pelota, correr y Qigong?".

Así, la realización de actividad física se asoció con un riesgo de mortalidad un 27% menor en comparación con la ausencia de actividad física. Entre todos los factores de estilo de vida, la actividad física tuvo el mayor efecto sobre las diferencias de la mediana de edad en el momento de la muerte.

Por otro lado, tener un trabajo manual antes de los 60 años se asoció con un 37% más de riesgo de mortalidad en comparación con los que tenían un trabajo no manual. La participación en otras actividades se asoció inversamente con la mortalidad por todas las causas.

Por supuesto, los no fumadores presentaban un menor riesgo de mortalidad que los fumadores. Sin embargo, los índices de mortalidad fueron similares entre los fumadores actuales y los ex fumadores. "Como no disponíamos de información sobre la edad en que se dejó de fumar, no pudimos investigar más a fondo esta asociación", indican los autores.

En conclusión, los investigadores sugieren "beneficios aditivos" en tres factores de estilo de vida saludable, siendo estos: la ingesta diaria de fruta, la ingesta diaria de verdura y realizar actividad física. Todos ellos se asociaron con "un aumento de dos años en la supervivencia entre esta cohorte de ancianos". Este hallazgo, explican, "concuerda con estudios previos sobre estilo de vida saludable y mortalidad entre ancianos de países desarrollados".

Por último, "proporciona pruebas sólidas para promover el consumo de frutas y verduras, así como la actividad física entre los ancianos". Asimismo, prueba que otros alimentos como el arroz no son perjudiciales en el país asiático. Y de nuevo, que el consumo en exceso de proteínas, puede ser un riesgo.