Los 8 alimentos indispensables que no deben faltar en tu dieta después de los 50 años

El organismo de las mujeres cambia a partir de los 40 años y por ello puede resultar beneficioso incorporar o aumentar la ingesta de ciertos alimentos. A partir de esta edad, inicia un proceso de deprivación de hormonas femeninas, que hace que nos sintamos más cansadas, cambia el metabolismo, la salud de los huesos empeora... Después de los 50 años, las mujeres tienden a vivir más que los hombres, pero suelen tener mayores tasas de enfermedad. Tenemos más papeletas de sufrir enfermedades neurodegenerativas y problemas cardiovasculares.

Por suerte, comer más frutas y verduras de colores vivos puede ayudar a prevenir estos problemas. Es el resultado de una investigación publicada en la revista Nutritional Neuroscience, que sugiere que los mayores índices de enfermedad en las mujeres mayores pueden mejorarse con una dieta rica en una sustancia clave: los carotenoides pigmentados. Esta sustancia está presentes de forma muy relevante en 8 alimentos vegetales de colores brillantes que no deben faltar en la dieta de las mujeres a partir de los 40, según los nutricionistas del estudio.

«Los hombres contraen muchas de las enfermedades que tienden a matarte, pero las mujeres las desarrollan con menos frecuencia o más tarde, por lo que perseveran, pero con enfermedades que son debilitantes», explica Billy R. Hammond, coautor del estudio y profesor del departamento de Psicología del programa de Ciencias del comportamiento y del Cerebro de la Universidad de Georgia.

¿De qué tipo de enfermedades estaríamos hablando? «Por ejemplo, de todos los casos existentes de degeneración macular y demencia en el mundo, dos tercios son mujeres... pero estas enfermedades que las mujeres sufren durante años son precisamente las más susceptibles de prevención mediante el estilo de vida», revela. Realizar ejercicio y comer más frutas y verduras de colores vivos puede ayudar a prevenir estos problemas de salud femenina.

El estudio revisó y analizó datos de trabajos anteriores para concluir que varias afecciones degenerativas, desde enfermedades autoinmunes hasta demencia son mucho más prevalentes en mujeres que en hombres, incluso controlando las diferencias de esperanza de vida. «Si tomamos todas las enfermedades autoinmunes en conjunto, las mujeres representan casi el 80% de los pacientes. Así que, debido a esta vulnerabilidad, ligada directamente a la biología, ellas necesitan cuidados preventivos adicionales», advierte Hammond.

¿Qué ocho alimentos mejoran la salud en las mujeres?

Como hemos mencionado, aquellos que contienen carotenoides pigmentados son los alimentos que más se recomiendan para las mujeres. Una de las razones tiene que ver con la forma en que nosotras almacenamos las vitaminas y los minerales en nuestro organismo. Hammond señala que «las mujeres tienen, de media, más grasa corporal que los hombres».

La grasa corporal sirve de importante sumidero para muchas vitaminas y minerales de la dieta, lo que crea una reserva útil para las mujeres durante el embarazo. Sin embargo, esto hace que hay menos nutrientes disponibles para la retina y el cerebro, lo que nos expone a un mayor riesgo de sufrir problemas degenerativos.

La ingesta dietética de carotenoides pigmentados actúa como antioxidante para el ser humano. Dos carotenoides concretos, la luteína y la zeaxantina, se encuentran en tejidos específicos del ojo y el cerebro y se ha demostrado que mejoran directamente la degeneración del sistema nervioso central. «Hombres y mujeres consumen aproximadamente la misma cantidad de estos carotenoides, pero las necesidades de las mujeres son mucho mayores», afirma Hammond.

Los ocho alimentos que más carotenoides (luteína y zeaxantina) contienen son el boniato, la col rizada, las espinacas, la sandía, los pimientos, los tomates, las naranjas y las zanahorias. Según el especialista, se debería recomendar tomarlos a todas las mujeres. «Las recomendaciones deberían ser diferentes, pero, en general, no existen recomendaciones para hombres o mujeres sobre componentes de la dieta», alerta.

«Parte de la idea del artículo es que hay que cambiar las recomendaciones para que las mujeres sean conscientes de que tienen estas vulnerabilidades que tienen que abordar de forma proactiva, para que no tengan estos problemas más adelante en la vida», señala.

Los carotenoides también están disponibles a través de suplementos aunque Hammond firma que obtenerlos a través de los alimentos es mejor estrategia. «Los componentes de la dieta influyen en el cerebro a través del microbioma del intestino, desde cosas como la personalidad hasta incluso nuestro concepto de nosotros mismos. No creo que la gente se dé cuenta del profundo efecto que tiene la dieta sobre quiénes son, su estado de ánimo e incluso su propensión a la ira», asegura.