Nutrición
Cardióloga advierte: los 6 alimentos que nunca deberías dar a tus hijos en el desayuno
La primera comida del día desempeña un papel crucial en el desarrollo y bienestar de los niños. Sin embargo, ciertos alimentos comúnmente presentes en los desayunos pueden tener efectos negativos en la salud cardiovascular a largo plazo
El desayuno cumple un rol fundamental en la salud de los niños. Lo que se elige para empezar el día influye directamente en su energía, concentración y estado físico. Una primera comida equilibrada favorece un desarrollo saludable y puede reducir el riesgo de padecer enfermedades en el futuro. La alimentación en estas primeras horas es decisiva para establecer hábitos que perduren.
Sobre este tema, la cardióloga Angélica Figueroa compartió una reflexión que invita a revisar lo que se sirve en la mesa cada mañana. A través de sus redes sociales, señaló varios alimentos que considera poco recomendables para los más pequeños. Según explica, productos con azúcares añadidos, grasas saturadas y escaso valor nutricional pueden afectar la salud cardiovascular desde edades tempranas y aumentar la probabilidad de desarrollar problemas como obesidad e hipertensión.
La importancia de un desayuno equilibrado
Un desayuno nutritivo proporciona la energía necesaria para afrontar las actividades diarias y contribuye al desarrollo físico y mental de los niños. "Está demostrado que una alimentación adecuada en la infancia está asociada con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares en la edad adulta", señala Figueroa y enfatiza que muchos niños inician su día con alimentos que, aunque parecen inofensivos, están cargados de azúcares añadidos, grasas saturadas y calorías vacías.
Estos son los seis alimentos a evitar en el desayuno infantil, según la especialista
- Zumos industriales: a menudo promocionados como naturales, estos productos suelen contener altos niveles de azúcares añadidos y carecen de la fibra presente en la fruta entera. Su consumo regular puede provocar picos de glucosa y contribuir al desarrollo de enfermedades metabólicas.
- Cereales azucarados: estos cereales, dirigidos principalmente al público infantil, contienen grandes cantidades de azúcares y harinas refinadas, lo que los convierte en una fuente de calorías vacías sin valor nutricional significativo.
- Bollería industrial: productos como croissants, donuts y magdalenas industriales están elaborados con grasas trans y azúcares en exceso, lo que puede afectar negativamente la salud cardiovascular y contribuir al aumento de peso.
- Cacao en polvo azucarado: muchas marcas comerciales de cacao en polvo contienen más azúcar que cacao, lo que reduce su valor nutricional y aumenta la ingesta de azúcares añadidos.
- Mantequilla en exceso: aunque la mantequilla puede formar parte de una dieta equilibrada, su consumo diario y en grandes cantidades aporta grasas saturadas que pueden elevar los niveles de colesterol LDL, conocido como "colesterol malo".
- Pan de molde ultraprocesado: este tipo de pan suele contener aditivos, conservantes y azúcares añadidos. Además, está elaborado con harinas refinadas que carecen de fibra y nutrientes esenciales.
Alternativas saludables para el desayuno
Para garantizar un desayuno equilibrado y nutritivo, se recomienda incluir:
- Frutas frescas: aportan vitaminas, minerales y fibra esenciales para el crecimiento y desarrollo.
- Cereales integrales: como la avena o el pan integral, que proporcionan energía de liberación lenta y mantienen la saciedad.
- Lácteos bajos en grasa: el yogur natural o la leche semidesnatada, por ejemplo, son fuentes de calcio y proteínas.
- Proteínas magras: como huevos o frutos secos, que contribuyen al desarrollo muscular y al mantenimiento de la energía.
Adoptar hábitos alimenticios saludables desde la infancia es fundamental para prevenir enfermedades y promover un desarrollo óptimo. Los padres y cuidadores desempeñan un papel esencial en la elección de alimentos adecuados y en la educación nutricional de los niños.