Cómo saber si tu jefe es un "psicópata empresarial"

Alrededor del 1% de la población adulta se define como psicópata. Esto no significa necesariamente que se vayan a convertir en asesinos. En ocasiones, un psicópata tiene poco o nada que ver con lo que vemos en las películas o leemos en las novelas. Lo cierto es que los pacientes con trastorno antisocial de personalidad se asemejan más a las personas que nos rodean que a los personajes de la ficción.

En esencial, la psicopatía significa que las personas que la padecen no tienen conciencia, vergüenza, culpa ni capacidad de sentir amor o empatía por otras personas. Cualidades que, para algunos, podrían incluso parecer muy positivas a la hora de ostentar un cargo con responsabilidades en el que se requieren pocos escrúpulos. ¿Pero, son los psicópatas buenos jefes?

El doctor Clive Boddy, de la Universidad Anglia Ruskin (Cambridge, Inglaterra) es pionero en el campo de la psicopatía corporativa. Su última investigación, publicada en el International Journal of Market Research, sobre cómo el sector financiero puede identificar, gestionar y, si es necesario, eliminar a estos individuos.

Los resultados de su trabajo se presentarán el lunes 23 de octubre, en el Festival de la Ciencia de Chelmsford, con el objetivo de ayudar al mundo empresarial a identificar a los "psicópatas corporativos" destructivos. Durante su intervención el doctor Boddy hablará de cómo aparecen como líderes potencialmente eficaces, cómo llegan a la cima y qué hacen una vez que han alcanzado el liderazgo

Para ello, durante su trayectoria profesional se ha servido del término "psicópata corporativo". Con él se refiere a los psicópatas de buen rendimiento que trabajan en entornos corporativos y políticos. Pero estos, según Boddy, representan una enorme amenaza para la estabilidad de empresas, sectores y, potencialmente, economías enteras.

Por este motivo, Boddy ha dedicado su trabajo a la detección de las señales de alarma que pueden usarse para detectar a un psicópata corporativo. El doctor se dirige especialmente a los investigadores e inversores del sector financiero, fondos de pensiones y otros sectores, y les sugiere que permanezcan atentos a algunos comportamientos. Entre ellos, figuran el encanto y la inteligencia superficiales, la racionalidad pura, la personalidad tramposa, la falta de remordimientos, la irresponsabilidad y la superficialidad emocional.

"Es posible mirar retrospectivamente a algunos individuos de la historia que han cometido delitos o desestabilizado industrias, y ser sensato a posteriori. Sin embargo, las industrias, sobre todo las del influyente sector financiero, tienen la enorme responsabilidad de estar más atentas para detectar a estos individuos y asegurarse de que no puedan poner en peligro nuestra economía y nuestra sociedad en general", afirma el también Director Adjunto de la Escuela de Gestión de la Universidad Anglia Ruskin (ARU).

Psicópatas famosos que llevaron a sus empresas a la ruina

"Sabemos que los psicópatas corporativos tienen una probabilidad desproporcionada de ocupar puestos de responsabilidad en empresas y en la industria, en gran parte debido a sus rasgos de personalidad aparentemente sociales. Sin embargo, su comportamiento despiadado y egoísta puede acabar con sectores enteros en casos extremos. La búsqueda de dinero, poder y control es lo que mueve al psicópata empresarial, y son despiadados y eficientes a la hora de conseguirlos", asegura.

En su artículo, Boddy examina aspectos de la carrera del destacado gestor de inversiones financieras Bernie Madoff, el artífice de uno de los casos más grandes de estafa financiera en la era moderna. El profesor lo utiliza como un posible ejemplo de psicópata corporativo, utilizando esta metodología histórica.

El trabajo pretende comprender si algunos escándalos y quiebras empresariales tienen relación con altos cargos de empresas que podrían ser psicópatas laborales. Utilizando indicadores de conducta e informes de comportamientos concretos, Boddy afirma que éste ha sido el caso. Madoff es comúnmente nominado como un psicópata corporativo potencial, y obtuvo puntuaciones altas en los dos indicadores de psicopatía utilizados en la investigación.

El trabajo también identifica el quehacer de otros psicópatas empresariales potenciales como Maxwell, Ebbers, Dunlap y Lay, asociados con el fracaso y el fraude empresarial. Su trabajo, dice, pretender ayudar a prevenir los efectos del liderazgo psicopático en las economías y ofrece nuevas perspectivas sobre las razones de la codicia, la asunción de riesgos y las prácticas poco éticas que se encuentran en los mercados financieros.

"Mi charla explicará por qué actúan así estas personas y cómo identificarlas antes de que causen daños graves. Ser capaz de identificar a estos individuos también podría desempeñar un papel importante a la hora de fundamentar las decisiones de inversión. Las empresas en las que no hay psicópatas corporativos tienen más probabilidades de ser viables, sostenibles y menos propensas al colapso", sugiere, de acuerdo a sus investigaciones.