Un nuevo estudio revela cómo dejar de sentirte cansado basándote en el horario de tus comidas

El ajetreo diario, el estrés del trabajo e incluso algunas relaciones sociales pueden ser desencadenantes de problemas de estrés y cansancio constante. Según el último Mapa de la Fatiga en España, 8 de cada 10 españoles reconocen haberse sentido fatigados, siendo las causas más frecuentes el estrés y dormir de forma escasa o inadecuada.

Es por esto por lo que muchas personas optan por seguir las recomendaciones de un profesional sanitario a la hora de elegir complemento alimenticio. De esta forma, el magnesio es uno de los complementos que más se recomiendan para evitar este cansancio, pues ayuda al correcto funcionamiento de los músculos. Pero mediante la suplementación no es la única manera de contrarrestar este cansancio, sino que existen otras formas más naturales.

Cómo no sentirte cansado según la ciencia

Un nuevo estudiodel Departamento de Medicina Cardiovascular del Centro de Metabolismo Circadiano y Enfermedades Cardiovasculares del Hospital Suroeste de China aborda el creciente desafío de la fatiga en las sociedades modernas e industrializadas.

La fatiga se caracteriza por una menor resistencia muscular, una menor fuerza y un agotamiento persistente. Suele estar relacionada con alteraciones de los ritmos circadianos. El ritmo circadiano es el ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas.

Investigaciones recientes han arrojado luz sobre cómo los procesos moleculares influyen en las fluctuaciones diarias de la resistencia muscular y han identificado estrategias nutricionales circadianas prometedoras que alivian las disfunciones musculares y cognitivas en modelos animales. Es decir, como diferentes procesos como es la nutrición influye en las disfunciones musculares y cognitivas (fatiga física y mental).

Por esto, los expertos han dado con que la alimentación restringida en el tiempo ha demostrado una notable eficacia para combatirla fatiga al trabajar, tanto la función cerebral como la muscular. Un ejemplo de esto puede ser el ayuno intermitente, que consiste en un modo de alimentación restringida en el tiempo.

El método de ayuno intermitente 16:8 restringe la ingesta de alimentos en un intervalo de 8 horas cada día, seguido de un periodo de ayuno de 16 horas. Esta práctica aprovecha los procesos metabólicos naturales del cuerpo, fomentando la oxidación de grasas durante el ayuno y promoviendo una mejor sensibilidad a la insulina y una mejor salud metabólica.

Los estudios sugieren que alinear las comidas con el ritmo circadiano puede mejorar los niveles de energía, ayudar a controlar el peso y reducir los riesgos de enfermedades cardiacas.

Este estudio inicio su investigación al encontrar que la restricción alimentaria en la fase nocturna aumenta la resistencia muscular en ratones con una dieta obesogénica. Además, mejora la flexibilidad metabólica. En cuanto a la restricción de día, similar al Ramadán en humanos aumenta la resistencia muscular en ratones delgados a lo lardo del ciclo día/noche. Por último, los investigadores destacan que este tipo de nutrición basada en el ritmo circadiano es una intervención segura y de fácil adopción en el estilo de vida.