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Bienestar

¿A qué temperatura debe estar tu habitación para dormir, según la ciencia?

El cuerpo necesita enfriarse para descansar bien, y la temperatura ambiente juega un papel clave en la calidad del sueño

¿A qué temperatura debe estar tu habitación para dormir, según la ciencia? Freepik

Con la llegada del calor y las noches de insomnio, muchas personas se preguntan si dejar el aire acondicionado encendido es una buena idea o si basta con abrir la ventana. Ahora en España, está siendo especialmente difícil, donde en varias comunidades las madrugadas no bajan de los 25ºC. Lo cierto es que para aliviarlo, la ciencia tiene una respuesta bastante clara: dormir en una habitación fresca, dentro de un rango muy específico, es fundamental para garantizar un sueño reparador.

Pero no se trata sólo de comodidad. La temperatura del entorno influye directamente en el ritmo natural del cuerpo durante la noche. Y no, no es un simple capricho de quien disfruta de dormir "con la habitación como una nevera".

Cuando nos preparamos para dormir, el cerebro activa un complejo sistema de ajustes fisiológicos que afectan desde el ritmo cardíaco hasta la temperatura corporal. Uno de los cambios más importantes ocurre en el hipotálamo, la región del cerebro que regula, entre otras cosas, el sueño y el calor corporal.

Al caer la noche, el cuerpo comienza a enfriarse ligeramente como parte de su preparación para descansar. Esta bajada térmica favorece la entrada en las primeras fases del sueño y facilita el paso a la fase REM, la más profunda y restauradora.

Pero si la habitación está demasiado caliente o excesivamente fría, este mecanismo natural se interrumpe: el cuerpo se ve obligado a invertir energía en regular su temperatura, lo que puede generar despertares nocturnos, sudores, insomnio o una menor calidad del sueño en general.

¿Cuál es la temperatura ideal a la que debe estar la habitación para dormir?

Según diversos estudios, como los publicados por la National Sleep Foundation y avalados por expertos como el neurólogo estadounidense Dr. Christopher Winter, la temperatura ideal para dormir se sitúa entre 15 y 19 ºC. Este rango permite que el cuerpo mantenga su ritmo circadiano y acceda sin interrupciones al descanso profundo.

Dormir con temperaturas superiores a 24 ºC puede provocar sensación de incomodidad, dificultar la conciliación del sueño y generar sudoración excesiva. Por el contrario, si el termómetro cae por debajo de 12 ºC, el cuerpo puede activar mecanismos para entrar en calor (como temblores musculares), lo que también altera el descanso.

¿Cómo descansa mejor durante la ola de calor?

Si estás en plena ola de calor o tu casa no tiene aire acondicionado, hay maneras de enfriar la habitación o al menos el cuerpo antes de dormir:

  • Usa sábanas de algodón, que transpiran mejor.
  • Ventila la habitación al anochecer y mantenla cerrada durante las horas de más calor.
  • Dúchate con agua templada antes de acostarte (no fría, para no provocar el efecto rebote de temperatura).
  • Coloca un ventilador que mueva el aire, incluso apuntando hacia una botella congelada para generar un efecto refrigerante.
  • Mantén los aparatos electrónicos apagados en la habitación: generan calor residual.

La temperatura adecuada no sólo mejora la sensación de descanso, sino que influye directamente en procesos vitales que ocurren mientras dormimos. Durante la noche, el cuerpo se encarga de:

  • Consolidar la memoria y procesar emociones del día.
  • Liberar hormonas reparadoras como la del crecimiento.
  • Regenerar tejidos, músculos y células.
  • Reforzar el sistema inmunológico.
  • Regular funciones metabólicas clave, como los niveles de glucosa y presión arterial.

Dormir mal, en cambio, se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2 e incluso deterioro cognitivo a largo plazo. Mantener horarios regulares, cenar ligero, evitar pantallas antes de acostarse y cuidar el entorno térmico de la habitación son medidas respaldadas por neurólogos y especialistas en sueño.

Por ello, si quieres mejorar la calidad de tu descanso, empieza por algo tan simple como mirar el termómetro. Dormir en una habitación entre 15 y 19 ºC puede ser uno de los hábitos más fáciles y más eficaces para proteger tu salud. Tu cuerpo y tu mente lo agradecerán noche tras noche.