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Día Mundial

¿El estilo de vida influye en el desarrollo del alzhéimer?

Un equipo de científicos de la URV busca voluntarios con pérdidas de memoria o deterioro cognitivo leve para hacer el seguimiento de la alimentación, la actividad física, el sueño y la exposición a la contaminación ambiental durante diez años. El estudio está financiado por el Instituto de Salud Carlos III.

En Resumen
Solo el 5% de los casos de alzhéimer se explican por razones genéticas Freepik

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer que se celebra hoy, la Universidad Rovira y Virgili (URV) ha comunicado que un equipo de investigadores ha comenzado un estudio para poder determinar de qué modo el estilo de vida que uno lleva influye en el desarrollo de la demencia.

Los científicos, del Grupo de Investigación en Nutrición y Salud Metabólica, buscan voluntarios con pérdidas de memoria o deterioro cognitivo leve, ya que son los que tienen más riesgo de desarrollar demencia, para hacer el seguimiento de la alimentación, la actividad física, el sueño y la exposición a la contaminación ambiental durante diez años.

Algunos estudios epidemiológicos previos ya han detectado que las personas con obesidad y diabetes, por ejemplo, tienen más riesgo de sufrir deterioro cognitivo. De hecho, solo el 5% de los casos de alzhéimer se explican por razones genéticas, de forma que para el 95% restante hay que buscar otras causas.

Así, el equipo investigador hará un seguimiento del estilo de vida de las personas que participen en el estudio.

“A partir de aquí, buscaremos las causas de por qué unas personas habrán desarrollado más rápidamente el deterioro cognitivo y otras no”, explica en el comunicado la investigadora principal, Mònica Bulló.

De este modo, se intentará determinar qué mecanismos hay detrás de estas diferencias en el desarrollo de la demencia, en concreto ver cambios en el microbioma (la flora intestinal), el metaboloma (el conjunto completo de las pequeñas moléculas denominadas metabolitos) y el transcriptoma (el conjunto de moléculas de ARN mensajero y de ARN no codificante presentes en una célula o tejido concreto).

“Si tenemos marcadores tempranos que avisan del riesgo de demencia, los podremos modificar antes de que se desarrolle. Y hacerlo incidiendo en el estilo de vida es importante desde un punto de vista estratégico, puesto que podremos llegar más fácilmente a mucha más gente”, asegura Bulló.

Se espera que sean alrededor de 300 las personas voluntarias que participen en el estudio, de momento de la demarcación de Tarragona, a pesar de que la idea es ampliarlo a escala nacional.

Financiado por el Instituto de Salud Carlos III, el proyecto cuenta con la colaboración de la Unidad de Demencia del Hospital San Juan de Reus y de la Asociación de Alzheimer y Otros Trastornos Neurocognitivos de Reus y el Baix Camp-Instituto Lerín Neurocognitive, así como con la participación de los centros de atención primaria.

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