Entrevista

Jorge Cabeza: «No hay mejores super alimentos que los productos de toda la vida»

Entrevista a Jorge Cabeza, enfermero de Urgencias, dietista-nutricionista y cocinero

Jorge Cabeza
Jorge CabezaARCHIVOARCHIVO

Enfermero de Urgencias y de Cuidados Intensivos del Hospital Clinic de Barcelona, Jorge Cabeza, más conocido como «Jorge saludable» en internet, es un apasionado de la cocina y de la vida sana. Especializado en dietética y nutrición, su afición por los fogones y, más concretamente por la repostería, le llevó a participar en el programa de televisión «Bake off», un «talent show» que ganó por goleada. Tras el éxito cosechado, ahora hace malabarismos cada día para conciliar familia y trabajo, pero sobre todo para sacar tiempo de donde no lo hay para seguir al pie del cañón con su hobby y su faceta de divulgador en redes sociales. Y entre tanto, acaba de publicar su último libro titulado «100 tentaciones saludables. El pecado sería no probarlas».

Enero es, por excelencia, el mes en el que la agenda se llena de buenos propósitos y entre ellos nunca falta el de adelgazar y comer mejor. ¿Cuál es el secreto para cumplirlo más allá de febrero?

La clave está en plantearse metas realistas, es decir, hay que ponerse objetivos a corto y medio plazo que podamos cumplir, porque ir alcanzando etapas nos animará a continuar por esa senda, mientras que si nos marcamos un reto utópico que resulte imposible, la desmotivación jugará en nuestra contra.

Es enfermero, dietista y estudió cocina... ¿cómo conviven esas facetas en su día?

Por el día estoy más presente en las redes sociales ofreciendo a mis seguidores ideas de recetas, consejos saludables... Y por la noche me pongo la bata e intento incorporar mi pasión por la cocina saludable y los conocimientos que tengo de nutrición en las guardias que hago como enfermero en el Hospital Clinic de Barcelona. Esa faceta de prevención resulta fundamental. Creo que recordarle a los pacientes la importancia de cuidarse a diario con aquello que comen y con la práctica de ejercicio físico nunca está de más.

¿Divulgar con buenos consejos de alimentación a través de las redes sociales es la mejor manera que tiene de ejercer su profesión sanitaria?

Sin duda, esa es una de las grandes ventajas que tiene este nuevo canal de comunicación, pero no me gusta considerarme «influencer», sino cocinero, aunque reconozco que el impacto que se logra es muy grande. Esa exposición también se convierte en una gran responsabilidad, porque muchas personas te piden ayuda. Resulta una gran satisfacción y un orgullo cuando te confiesan que han mejorado su vida gracias a ti.

¿Qué es lo peor que hacemos en nuestra sociedad actual con la dieta?

Todos caemos en la falta de tiempo para buscar opciones de alimentación más rápidas que, habitualmente, son menos saludables, a pesar de que nos sobra conocimiento e información. La teoría sobre dieta sana nos la sabemos muy bien, pero ponerlo en práctica suele ser más complejo. Tampoco ayuda el peso de las emociones, como el estrés, la ansiedad, los miedos, la incertidumbre... todo eso nos empuja a comer peor, con productos muy calóricos que aportan una felicidad inmediata, pero que minan nuestro cuerpo. Aunque tampoco es buena la culpabilidad que supone reconocer que estás comiendo mal, por eso la clave está en el equilibrio y en ser consciente de las decisiones que se toman.

¿Cómo podemos evitar eso?

Teniendo clara la idea de que cuantas menos etiquetas leamos, el producto será mejor... Las frutas y verduras son imbatibles.

Pero ahora están de moda la quinoa, la chía, la avena... ¿Qué pasa con los ingredientes de toda la vida?

Se habla de súper alimentos por una cuestión de marketing. Desde luego son sanos, pero no tienen mejor valor nutricional que los productos de toda la vida, como unas lentejas, y, encima, a veces son más caros. Por suerte, tenemos una dieta mediterránea muy variada en la que los productos frescos y de temporada son los más ricos en nutrientes.

¿Es posible comer de forma saludable y que sea sabroso?

Por supuesto. Los aliños dan mucho juego para aportar sabor y es divertido ir probando. Hay que echarle imaginación. El error está en querer comer lechuga y pollo a la plancha para adelgazar, eso sí es aburrido e imposible de mantener en el tiempo.