Entrevista
Lucía Galán, pediatra: “El principal problema en la infancia es el uso de pantallas y el sedentarismo que conllevan”
La especialista y también escritora de siete libros con Editorial Planeta atiende a LA RAZÓN para explicar los problemas de los niños y adolescentes, sus consecuencias y cómo afectan las redes sociales
Se estima que más de 222.000 niños de entre 0 y 11 años podrían estar expuestos a un uso abusivo de pantallas únicamente en la provincia de Sevilla, lo que puede ocasionar retrasos en la comunicación y en las habilidades de resolución de problemas, así como dificultades para conciliar el sueño y problemas de ansiedad, de acuerdo con diversos estudios. Para mostrar los efectos del uso excesivo de pantallas en niños, el centro comercial Los Arcos de la provincia de Sevilla llevó a cabo una campaña de concienciación.
Una de las participantes fue Lucía Galán Bertrand, conocida como 'Lucía mi pediatra' en redes sociales, médica especializada en pediatría, divulgadora y autora de referencia en crianza y salud infantil. Reconocida por su cercanía y rigor, Lucía combina su experiencia médica con un lenguaje empático, llegando a miles de familias a través de sus redes sociales, conferencias y publicaciones, ya que cuenta con siete libros escritos con Editorial Planeta. La pediatra atiende a LA RAZÓN para detallar los principales problemas de los niños y adolescentes, sus consecuencias y cómo afectan las redes sociales.
Este es el principal problema en la infancia
Al ser preguntada sobre el principal problema de los niños, no tuvo ninguna duda: "El principal problema que observo en la infancia hoy en día es el exceso de pantallas y el sedentarismo que conllevan", afirmó. Desveló los motivos: "Esto no solo afecta a su desarrollo físico —con menos actividad, más obesidad y peor sueño—, sino también a su desarrollo emocional y social. Los niños necesitan juego libre, movimiento, aburrirse, crear, interactuar con otros niños y con su entorno real. Todo esto se ve limitado cuando las pantallas ocupan un papel protagonista en su día a día".
"Cuanto más tiempo frente a la pantalla, menos tiempo de vida real, de movimiento y de aprendizaje social"
Detalló el motivo por el que es un peligro aunque no se sea consciente en muchas casas españolas: "Porque la infancia es un periodo crítico de desarrollo cerebral. Millones de conexiones neuronales —las sinapsis— se forman en los primeros años de vida y no se construyen con pantallas, sino con experiencias reales: tocar, explorar, jugar, relacionarse, acariciar, oler, abrazar, hablar..."
Esto provoca tres grandes consecuencias, según la pediatra: "Pasar demasiadas horas delante de una pantalla limita estas experiencias y puede afectar al lenguaje, la atención, la regulación emocional y la calidad del sueño. Además, cuanto más tiempo frente a la pantalla, menos tiempo de vida real, de movimiento y de aprendizaje social".
La diferencia entre los niños según el uso de las pantallas
También fue cuestionada sobre si se aprecia la diferencia entre los niños que pasan muchas horas con las pantallas y los que realizan durante más tiempo otro tipo de actividades. Lucía Galán no tiene ninguna duda: "Sí, la diferencia es evidente. Los niños que pasan mucho tiempo con pantallas pueden presentar retraso del lenguaje en los más pequeños, más dificultades de atención, de impulsividad, menor tolerancia a la frustración, problemas de sueño e incluso más conflictos de conducta".
"Los niños que dedican más tiempo al juego libre, deporte o lectura tienen mejores habilidades sociales, más creatividad y mayor capacidad de concentración"
Esto es opuesto en los niños que apenas las utilizan: "En cambio, los que dedican más tiempo al juego libre, deporte o lectura tienen mejores habilidades sociales, más creatividad y mayor capacidad de concentración. Lo vemos en consulta, en el colegio y en el día a día". Duda de la utilidad de las pantallas más allá de alguna excepción: "Hay situaciones puntuales en niños con grandes dificultades y discapacidad que las pantallas pueden facilitar su día a día por romper barreras en la comunicación. Pero en niños pequeños sin patologías o condiciones especiales no creo que la sean útiles a edades tempranas. De hecho la comunidad científica ya lo tiene claro: evitemos las pantallas en menores de 6 años".
Las pantallas generan problemas a largo plazo
El uso de las pantallas no solo afecta al desarrollo a corto plazo, también pueden marcar el futuro: "Sin duda, la adicción sin ir más lejos. El abuso de pantallas en la infancia y adolescencia puede dejar secuelas a largo plazo. Cuando un cerebro en desarrollo se acostumbra a la gratificación inmediata que ofrecen las redes sociales y los videojuegos, disminuye su tolerancia a la espera y su capacidad de esfuerzo. Esto repercute en la concentración, en el rendimiento escolar y en la gestión emocional. Además, la privación crónica de sueño y los problemas de autoestima derivados de la comparación constante en redes pueden acompañarles hasta la vida adulta".
"Las familias están expuestas a bulos, desinformación y a una cultura basada en el miedo"
Lucía Galán crea contenido en redes sociales como Instagram, donde tiene 1,2 millones de seguidores y reflexiona sobre la concienciación de padres y familiares mediante esta vía: "En los tiempos que corren creo que es una pieza clave ya que la mayor parte de las familias con hijos pequeños tienen redes sociales. Y es que hay muchas familias que además de en libros, se informan a través de las redes sociales, y eso es un arma de doble filo. Por un lado, tienen acceso rápido a información de calidad; por otro, están expuestas a bulos, desinformación y a una cultura basada en el miedo y en el alarmismo que les llega a bloquear".
"Por eso considero que los profesionales de la salud tenemos la responsabilidad de estar ahí, de ser referentes fiables, cercanos y con rigor científico. Para mí, las redes y mis libros, por supuesto, son una herramienta maravillosa para acompañar a las familias y compartir el conocimiento de forma universal", añade.
Remarcó la importancia de que se repitiera por toda España y de manera periódica eventos con charlas en colegios, retos sin pantallas y juegos tradicionales como la de Los Arcos: "Sería muy útil y muy necesario. La educación digital debe ser un pilar en las escuelas, al mismo nivel que la educación en hábitos de vida saludable. Iniciativas como “Zona Cero Pantallas” son una oportunidad para reflexionar en familia, para abrir conversación con los hijos y para ofrecer alternativas de ocio saludables. Repetir este tipo de acciones a nivel nacional ayudaría a visibilizar un problema que está teniendo un enorme impacto en la salud infantil y adolescente".
Estos son los principales problemas en la sociedad actual
Lucía Galán también reflexiona sobre la sociedad española más allá de los niños y los principales problemas con los que se encuentra en su día a día: "En los adolescentes, claramente los problemas de salud mental: ansiedad, depresión, bullying, trastornos de la conducta alimentaria, baja autoestima. Todo ello se ha visto acentuado por el uso compulsivo de redes sociales".
"Vivimos en un entorno hiperconectado y en ocasiones superficial que a veces nos desconecta de lo esencial"
Los más pequeños de la casa no son los únicos afectados por la sociedad actual y la gran exposición debido a las redes sociales: "También en los padres noto un aumento de la presión y la culpa: la crianza está más expuesta, más comparada y más juzgada. Vivimos en un entorno hiperconectado y en ocasiones superficial que a veces nos desconecta de lo esencial".
El libro favorito de Lucía Galán
Para finalizar, la pediatra hizo un repaso a su historia y seleccionó su libro favorito de los siete que ha escrito con Editorial Planeta: "Es muy difícil elegir, porque cada libro ha nacido de un momento vital distinto. Pero quizá me quedaría con 'La vida va de esto'. Es el más íntimo, el que más conecta con mi experiencia personal como mujer, como madre y como pediatra. Es un libro que habla de la vida, de la maternidad, de la pérdida y de la esperanza. Lo escribí a corazón abierto, es Lucía en estado puro, un precioso legado que he decido dejar a mis hijos y a todos los lectores que deseen leerlo, por supuesto".