Combatir la alopecia
Más allá de si en un futuro habrá o no una vacuna contra la alopecia
Recordamos ante el revuelo de la posible vacuna que ya existen tratamientos a la vanguardia de la ciencia no invasivos y con excelentes resultados. ¿Los conoce?
«La vacuna que podría poner fin a la alopecia». Hace apenas una semana este mensaje ha invadido los medios de comunicación, haciendo saltar a la palestra un problema muy delicado y con un gran impacto emocional para las personas que lo padecen. Sin embargo, y a pesar del revuelo esperanzador para muchos afectados, la respuesta a esta noticia de la organización científica la Sociedad Española de Restauración Capilar (SERECAP) es escepticismo y una llamada a la calma, basándose en que es mejor esperar a ver resultados.
Lo cierto es que aunque se consiga crear una vacuna capaz de erradicar la alopecia a partir de este nuevo descubrimiento, se tardaría aún años en comercializarla y ponerla a disposición de las personas que la necesiten y demanden. Pero lo que quizás se olvida en estos días es algo que va más allá de si se conseguirá una vacuna contra la alopecia, y es que para todo aquel que esté pensando que desgraciadamente aún puede quedar una década o más para erradicar su calvicie, la ciencia ya cuenta con herramientas y métodos que frenan y revierten este problema, y no estamos hablando del conocido trasplante capilar.
Empecemos por resaltar que la alopecia es algo más que un problema estético, en realidad es un problema médico, en concreto, dermatológico. Y como tema de salud que afecta a la calidad de vida (en este caso lo hace provocando, en la mayoría de los casos, una baja autoestima), según los especialistas en esta afección, los tricólogos, se puede y se debe combatir.
En la búsqueda de información nos hemos dirigido a un reconocido dermatólogo, el Dr. Iñigo de Felipe, experto, entre otros tratamientos, en tricología. Este doctor, con más de 30 años de experiencia, ha trabajado al frente del Departamento de Dermatología y como consultor en varios centros médicos de Navarra y Barcelona. Actualmente, ejerce su especialidad en la Clínica Dermatológica De Felipe (fundada por él mismo), con otros profesionales de la dermatología y con centros de consulta en Madrid, Barcelona y Londres. Además, ha desarrollado actividades docentes como profesor en la Universidad de Navarra y participa activamente en la divulgación de la especialidad de dermatología en revistas, medios de comunicación nacionales e internacionales, así como en conferencias y simposios.
Grupos y tipos de alopecia
Antes de profundizar en los posibles tratamientos, demos unas breves pinceladas a los tipos de alopecias que pueden darse. Los doctores especialistas en salud capilar del equipo del doctor De Felipe, con quienes también hemos hablado, nos indican que hay dos grupos de alopecias: alopecias cicatriciales, aquellas en las que el folículo del pelo es destruido bien por un mecanismo inmunológico o alérgico u otro tipo de causa desconocida, y las alopecias no cicatriciales, el folículo del pelo se mantiene, pero está en descanso y no crece el cabello a partir de él.
Vayamos al grupo de las no cicatriciales, ya que en él se encuentra la alopecia androgénica, que afecta en torno al 80% de la población española en algún momento de su vida. Existen cuatro grandes tipos de las no cicatriciales, de las cuales la más común es la ya mencionada alopecia androgénica. De factor mayormente genético y marcada por la pérdida de cabello en la línea frontal, entradas y coronilla, la androgénica está producida por el efecto de una hormona, la dihidrotestosterona, sobre los receptores que tiene en las células madre del folículo piloso.
Los otros tres tipos de este grupo son la alopecia areata, un trastorno inmunológico en el que el cuerpo reacciona de forma alérgica a los folículos del pelo, en estos casos las células madre quedan intactas y pueden volver a crecer en el futuro; y los efluvios telógeno y anágeno. El primero ocurre cuando el cabello pasa más tiempo en la fase de descanso, causando una caída generalizada, mientras que en el efluvio anágeno la caída masiva se debe a una fase de crecimiento más corta. Ambos son temporales y en muchos casos el cabello puede recuperarse con el tiempo sin necesidad de tratamiento.
Tratamientos personalizados y no invasivos
Es probable que haya oído hablar de los injertos capilares como la solución más extendida a la alopecia, sin embargo, el Dr. De Felipe y su equipo de especialistas desde su punto de vista dermatológico tratan la condición de la alopecia en sí, frenando la caída y estimulando el crecimiento capilar, consiguiendo así aumentar el número de pelos, y no solo transportar pelos de un área a otra, que es en lo que básicamente consiste el trasplante capilar. Recalcan que no es que se opongan a los trasplantes capilares (de hecho en sus centros de trabajo realizan este tratamiento), sino que entienden que la forma dermatológica debería de ser siempre una opción previa a contemplar y realizar antes de un trasplante.
Por ejemplo, para la alopecia androgenética, la más habitual en hombres, cuentan con diferentes tratamientos no invasivos que consiguen que el cabello crezca de nuevo con total normalidad y que van desde medicamentos destinados a inhibir la enzima que produce dihidrotestosterona hasta infiltraciones de plasma rico en plaquetas (PRP), pasando por láser de baja potencia, tratamiento mediante exosomas y microinyecciones de minoxidil, entre otros que pueden consultarse en su web. El secreto del éxito de estos «cócteles» es un diagnóstico y tratamiento personalizado.
En el caso de la alopecia areata disponen, además de infiltraciones y láser, de inmunosupresores, mientras que para la alopecia causada por efluvio telógeno ponen a disposición del paciente suplementos vitamínicos y nutricionales, lociones o sérums, melatonina y el ya mencionado PRP. Para el efluvio anágeno es importante detectar las causas y estimular los folículos pilosebáceos para evitar que entren en fase de descanso, nos recuerdan.
Mientras que para las alopecias no cicatriciales los tratamientos consisten en estimular el crecimiento del folículo, en las alopecias cicatriciales, la variedad de técnicas está enfocada a detener el proceso inflamatorio, regenerar los folículos y contener la enfermedad que está provocando la destrucción del folículo.
No cabe duda de que la expectación que ha levantado la reciente noticia de esta posible vacuna lleva a la conclusión de que muchas personas que padecen alopecia desconocen que ya existen tratamientos a la vanguardia de la ciencia no invasivos y con excelentes resultados. Por lo que, y más allá de si en un futuro habrá o no una vacuna contra la alopecia, el Dr. De Felipe y su equipo de doctores especialistas en tricología, basándose en los resultados que obtienen en sus propios pacientes, aseguran que no es necesario esperar si una persona quiere empezar hoy mismo a tratar su alopecia.
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