Entrevista

«La mayoría de las arritmias se pueden tratar con ablación»

Su presencia con una enfermedad cardíaca puede empeorar el pronóstico si no se trata correctamente, explica a la sección "10 preguntas" el Dr. Ángel Moya, director de la Unidad de Arritmias del Instituto del Corazón Quirónsalud Dexeus, en Barcelona

Dr. Ángel Moya
Dr. Ángel MoyaQUIRÓNSALUDLA RAZÓN

1. ¿Cuál es la diferencia entre taquicardia y arritmia?

La arritmia es cualquier alteración del ritmo cardíaco normal, ya sea un ritmo más lento, o más rápido o desacompasado. En cambio, la taquicardia es cuando el corazón va más rápido de lo habitual. Las taquicardias pueden ser de varios tipos, y su gravedad y tratamiento depende del tipo de taquicardia, de sus síntomas y de si el paciente tiene o no enfermedad cardíaca.

2. ¿Cuántos tipos de taquicardias hay?

Por un lado hay un tipo de taquicardias, que se llama sinusal, que no deben ni ser consideradas como arritmias, y que son las aceleraciones del ritmo del corazón que se pueden dar en situaciones de ejercicio o estrés emocional. Por otro lado, están las taquicardias paroxísticas supraventriculares, que son episodios de aceleración bruscos y recortados del ritmo cardíaco que se suele dar en pacientes de cualquier edad y en ocasiones en niños o jóvenes. Estas taquicardias son benignas, se presentan en pacientes que no suelen tener ninguna otra patología cardíaca y se tratan habitualmente con ablación. Una de las taquicardias más frecuentes entre la población de más edad es la fibrilación auricular, que se suele asociar a la presencia de factores de riesgo cardiovasculares, como la hipertensión, la obesidad, el tabaquismo, las apneas del sueño, pero que también puede aparecer en gente joven y deportista. Su presencia se asocia a un aumento del riesgo de padecer ictus, insuficiencia cardíaca… Existe una arritmia similar que se conoce con el nombre de flutter auricular y por último están las taquicardias ventriculares o un grado más grave de ellas que se conoce como fibrilación ventricular. Son arritmias que se originan en los ventrículos. En los casos en que no estén asociadas a ninguna enfermedad cardíaca, suele ser benigna, pero en los casos, en que se presentan en el contexto de enfermedad cardíaca, ya sea un infarto previo, una cardiopatía congénita, una miocardiopatía dilatada o una enfermedad eléctrica primaria del corazón pueden ser graves y representar riesgo de muerte súbita o arrítmica para el paciente.

3. ¿Cuáles son los síntomas de las arritmias?

Se puede no tener ningún síntoma, que sean leves o muy sintomáticas. Y su presencia o ausencia no siempre está relacionada con la gravedad de las arritmias. De todos modos uno de los síntomas más frecuentes son las palpitaciones. Se define como palpitación a la percepción del latido del corazón, que puede ir desde sensación de golpes aislados, desacompasados o de que el corazón late más deprisa de lo habitual. También puede haber aumento de la sensación de cansancio al ejercicio, sensación de ahogo en reposo, inestabilidad o incluso perdida de consciencia transitoria, dolor torácico o ictus. También se puede producir una muerte súbita en algunos pacientes con arritmias ventriculares malignas, concretamente en los casos de fibrilación ventricular si, tras la pérdida de conciencia, no se hacen maniobras de reanimación de forma inmediata.

4. ¿Las arritmias duelen? Es decir, ¿se pueden percibir como si el corazón arañase?

No suelen doler, pero puede ser una de las manifestaciones.

5. ¿Cuándo hay que tratarlas?

Está indicado cuando den síntomas, y cuando, independientemente de la presencia de síntomas, las arritmias per se puedan estar provocando deterioro de la función cardíaca. También cuando la arritmia represente un riesgo inmediato o altamente probable para la vida del paciente. Por último, hay pacientes que nunca han presentado una arritmia, pero que, por su patología de base, pueden tener un alto riesgo de tenerlas, y se debe de hacer un tratamiento preventivo.

6. ¿Qué tratamientos hay?

Existen tratamientos farmacológicos, que pueden ser por vía oral o por vía venosa en casos agudos. Pero la mayoría tienen limitaciones por lo que cada vez más se han ido desarrollando tratamientos no farmacológicos. Entre ellos cabe destacar los marcapasos, los desfibriladores implantables y ablación mediante catéter. Este último es uno de los mayores avances en el tratamiento de los pacientes con arritmias. En el momento actual, puede realizarse ablación para la mayoría de las arritmias.

7. Acaba de ponerse en marcha el Instituto del Corazón Dexeus. Imagino que tras el diagnóstico muchos pacientes le preguntarán ¿qué ejercicio debe hacer una persona con arritmia?

La respuesta a esta pregunta debe de ser individualizada, en función del ejercicio que el paciente realizaba antes y la edad, entre otros factores. De una forma general, el ejercicio físico regular suele estar indicado en la mayoría de las personas tanto como prevención de presentar enfermedades cardiovasculares como para evitar su progresión. Pero en pacientes con enfermedades cardíacas, ha de ser moderado y no de competición. Ahora bien, hay enfermedades cardíacas específicas en las que está especialmente contraindicado realizar ejercicio intenso.

8. ¿Qué no debe comer una persona con arritmias?

No hay recomendaciones específicas, más allá de las habituales para la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Así, debe evitarse el consumo excesivo de sal, azúcares, grasas y carnes, especialmente embutidos y carnes procesadas. Se recomienda el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado y evitar los alimentos procesados.

9. ¿Son hereditarias?

La mayoría no suelen ser hereditarias. La fibrilación auricular si bien en algunos pacientes muy específicos puede serlo, en la inmensa mayoría de los casos no lo es. Sí que hay algunas arritmias que pueden tener un componente hereditario. Entre ellas cabe destacar las que se presentan en el contexto de enfermedades cardíacas con patrones hereditarios, como ciertas miocardiopatías (como la miocardiopatía hipertrófica o la miocardiopatía arritmogénica) o las llamadas canalopatías, que son eminentemente eléctricas, como el síndrome de QT largo, el síndrome de Brugada o la taquicardia ventricular catecolaminérgica, entre otras.

10. ¿Cómo de frecuentes son las arritmias en pacientes con problemas cardiovasculares? ¿Y en qué medida tenerlas complica su mejoría?

La mayoría de las enfermedades cardíacas pueden conllevar a un aumento del riesgo de presentar arritmias. Su presencia en el contexto de una enfermedad cardíaca puede complicar o empeorar el pronóstico si no se identifica y trata correctamente, por lo que es importante que los pacientes con enfermedades cardíacas sean seguidos de forma periódica y evaluados, en los casos en que se considere oportuno, la posible presencia de una arritmia.