Día Mundial del Corazón

«Las personas compulsivas tienen tres veces más riesgo de sufrir un infarto»

El Dr. Manuel de la Peña, cardiólogo y presidente del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, "ya está calculado matemáticamente que en 2045 viviremos al menos hasta los 120 años"

Dr. Manuel de la Peña
Dr. Manuel de la PeñaJesús G FeriaJesús G Feria

Los hábitos de vida saludable son determinantes para vivir más y con mejor calidad. Bien lo sabe Manuel de la Peña, doctor «cum laude» en Medicina, empeñado en revelar los secretos de la longevidad.

¿A qué ritmo se está retrasando el envejecimiento?

Va a un ritmo exponencial. En 1900 la esperanza de vida era de 30 años y hoy es de 85. Ya está calculado matemática que en 2045 viviremos al menos hasta los 120 años.

El bioquímico Juan Carlos Izpisúa afirmó que viviremos 150 años en el documental «Longevidad». ¿Dónde está el límite biológicamente hablando?

El límite lo va a marcar algo que en lo que en estos momentos ya estamos inmersos: un cambio de la evolución de la especie humana. Y es por dos razones: el 75% está vinculado y asociado a hábitos y estilos de vida y para ello tenemos como referentes las zonas azules (Cerdeña, Okinawa, Icaria, Loma Linda y Nicoya), donde los más longevos llegan a vivir hasta 119 años. Viven tantos años por sus hábitos de vida, cuidan estrictamente su alimentación, hacen una dieta cardiosaludable verde y sobre todo basada en productos naturales. Y el 25% está asociado a los genes que heredamos.

¿Cuántos ancianos superan los 100?

Hoy hay entre 700.000 y un millón de personas que vive más de 100 años.

¿Cómo vivir 120 años con tres pautas?

Con dieta, ejercicio y control del estrés.

¿El declive empieza cuando cae el sistema hormonal?

El sistema hormonal es el termómetro que marca nuestro envejecimiento. A partir de los 40 disminuyen nuestras hormonas y eso nos hace envejecer. Así, las mujeres están protegidas del infarto miocardio gracias a los estrógenos, pero con la menopausia son más proclives. La solución son las hormonas de reemplazo. Además, hay tratamientos con telomerasa para alargar la vida y luego están las células madre y la reprogramación celular para regenerar los tejidos. También se están haciendo estudios experimentales con senolíticos, moléculas cuya finalidad es renovar las células senescentes, y con klotho, la llamada proteína de la longevidad.

¿Qué alimentos mejoran la salud cardiovascular?

El aceite de oliva virgen extra, tres o cuatro cucharadas al día, un puñado diario de frutos secos, pescados, especialmente los azules, todo tipo de verduras, y cuanto más verdes y oscuras mejor, las carnes se pueden tomar pero que sean magras y evitar comidas grasas saturadas.

¿Una dieta vegana ayudaría a la superlongevidad o mejor con pescado?

El pescado es esencial porque tiene muchos omega 3. Lo más importante es llevar una dieta equilibrada. Y para ello es importante llevar una dieta atlántica, que es promoviendo más el pescado, o una mediterránea.

¿Algún consejo para frenar el estrés?

El estrés es una gran epidemia. Todos estamos expuestos al estrés que provoca muchas enfermedades, pero sobre todo infartos de miocardio e ictus. El mejor consejo es la meditación, buscar técnicas de relajación con una respiración diafragmática profunda, escuchar 30 minutos de música para aprender a relajarnos, llegar a casa y encontrar un momento para desconectar de tu vida. También aconsejo apuntarse a clases de baile.

¿Los suplementos y probióticos funcionan realmente o tanto como dicen?

Si se logra un buen equilibrio de la flora intestinal con probióticos y prebióticos logramos fabricar a nivel cerebral los neurotransmisores de la felicidad. Nuestra flora es nuestro segundo cerebro.

¿Los rasgos de la personalidad pueden ayudar a predecir su longevidad?

Hay varios tipos de personalidades. El patrón de conducta tipo A son personas compulsivas, competitivas, dadas a la conflictividad y tienen tres veces más probabilidad de sufrir un infarto. Luego también son propensas las personas negativas con pensamiento destructivo. Hay que hacer terapia conductual para lograr no desarrollar ansiedad ni angustia vital.