Salud

Resfriado de verano: cómo curarlo rápido y por qué no debemos subestimarlo

¿Por qué el 20% de los resfriados se producen en verano? Neumólogos animan a no bajar la guardia ante las infecciones respiratorias a pesar del calor

Mujer con síntomas de resfriado en verano
Por qué nos resfriamos en verano y qué es bueno para curarloFreepik

¿Quién no ha contraído un resfriado en verano? De hecho, uno de cada cinco cuadros catarrales ocurren en los meses más calurosos del año. Según Estanislao Nistal, doctor especializado en Virología, investigador y profesor de Microbiología en la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, "esto representa que hasta un 20% de los resfriados se produce en verano".

"Lejos de ser una rareza estacional, los virus respiratorios están presentes entre la población durante todo el año", subraya el experto. "Aunque son más comunes en otoño e invierno porque los patógenos sobreviven mejor a bajas temperaturas, también podemos desarrollar gripe o infectarnos con virus respiratorios durante el verano, incluso ciertas condiciones del verano pueden aumentar nuestra vulnerabilidad", señala.

En esta época del año no nos podemos "abrigar más" para evitar enfermar o recibir calor en reposo, por lo tanto, las circunstancias que debemos tener en cuenta para curar un resfriado en verano son distintas que las del invierno. En este escenario, los expertos explican por qué nos podemos resfriar en esta época del año, qué es bueno hacer para evitar que dure demasiado y cómo tratar los síntomas desde el primer momento.

¿Por qué nos resfriamos en verano?

Muchas personas se preguntan "por qué me resfrío durante el verano", si es imposible coger frío. El motivo principal es un conjunto de factores que se combinan de forma habitual en los meses cálidos. Entre ellos, el más importante son los cambios bruscos de temperatura. Al pasar del calor exterior a locales o entornos refrigerados, el epitelio respiratorio puede resentirse.

El epitelio es la parte que recubre la mayor parte de las vías respiratorias, desde la nariz hasta los bronquiolos. "En verano pasamos frecuentemente de temperaturas muy altas a temperaturas muy bajas al entrar en lugares con aire acondicionado. Estos cambios tan bruscos pueden afectar a nuestro epitelio respiratorio, debilitar nuestras defensas naturales y favorecer los contagios", advierte Nistal.

Entre los factores que pueden favorecer el aumento de las infecciones respiratorias en verano, el experto destaca otros como el mal uso del aire acondicionado. No solo la bajada de temperatura que provocan, sino porque resecan el ambiente y la mucosa de nuestras respiratorias, facilitando la entrada de virus. Además, si no se limpian adecuadamente, pueden esparcir convertirse en depósitos de microorganismos y propagar diferentes virus, bacterias y hongos.

Viajar también supone una exposición adicional en verano. "Los trenes, aviones o autobuses son espacios cerrados con una gran cantidad de personas en los que es más fácil que se acumulen microorganismos secretados por los pasajeros", indica Nistal. En muchos casos, estos trayectos se realizan en condiciones de baja ventilación y alta concentración de personas, lo que aumenta el riesgo de contagiarse de un resfriado.

A todo esto se suma el cambio de ritmo que traen las vacaciones. "El parón de actividad que se produce con la llegada de las vacaciones es importante. En muchos casos, pasamos de una situación de sobreactividad, estrés y cansancio acumulado, a la inactividad casi total y esto tiene consecuencias sobre nuestro cuerpo. Este cambio de rutinas puede debilitar nuestro sistema inmunitario y hacer que seamos más propensos a enfermar", asegura.

Síntomas y tratamiento del resfriado de verano

Además de las ya conocidas recomendaciones de lavarse las manos, ventilar los espacios y evitar el contacto con personas enfermas, el experto señala medidas específicas para el verano. Anima a evitar los cambios bruscos de temperatura y no poner el aire acondicionado por debajo de 24 °C. En sus palabras, conviene mantener una humedad ambiental superior al 30%.

Además, hay que limpiar regularmente los filtros de los aparatos de aire acondicionado, mantenerse bien hidratado (evitando bebidas excesivamente frías, que pueden irritar la garganta) y seguir una dieta equilibrada que ayude a mantener el sistema inmune en buen estado.

Si a pesar de todas las precauciones aparece un resfriado, es clave tratar los síntomas desde el primer momento. "Los síntomas del resfriado en verano coinciden con los de un resfriado en otra época del año: congestión y secreción nasal, estornudos, tos, dolor de garganta, fiebre leve... y, como durante el resto del año, es importante tratarlos adecuadamente para evitar complicaciones", afirma Nistal.

"Lo ideal es tratar los síntomas desde su aparición y hasta su desaparición, para evitar recaídas", señala. "Más de la mitad de la población no hace nada ante los primeros síntomas, y un 40% solo recurre a medicación cuando el malestar se agrava", según un estudio de Kantar para Kenvue, farmacéutica que comercializa tratamientos como Frenadol.

Los medicamentos antigripales multisintomáticos ofrecen una alternativa eficaz al combinar varios principios activos en una sola toma. Entre los principios activos más habituales en estos fármacos se encuentran:

  • Paracetamol, para el dolor y la fiebre.
  • Dextrometorfano, contra la tos.
  • Clorfenamina, para aliviar secreciones nasales y estornudos.
  • Cafeína, que combate la sensación de fatiga.
  • Vitamina C, por su efecto antioxidante y reparador.

Además de aliviar el malestar, tratar los síntomas del resfriado también ayuda a reducir la transmisión del virus. "Al reducir los estornudos, la tos y las secreciones, también podemos reducir la producción del vehículo de transmisión del virus y, por tanto, la probabilidad de transmitir la infección a otras personas", explica el médico.

En cualquier caso, los expertos recomiendan consultar con un profesional sanitario ante la aparición de síntomas compatibles con gripe o resfriado, aunque sea en verano, para confirmar el diagnóstico y elegir el tratamiento más adecuado. El verano no es inmune a los virus. Pero con información, precaución y una respuesta rápida, es posible disfrutar de las vacaciones sin sorpresas desagradables.