Salud mental
Solo el 58% de los que sufren depresión pide ayuda
Uno de los retos en el abordaje de esta enfermedad es la falta de adherencia al tratamiento
Tristeza, pérdida de placer, de energía, dificultad para concentrarse y pensamientos suicidas son algunos de los síntomas de la depresión, una de las enfermedades mentales más frecuentes, con tasas de prevalencia del 7,2% en mujeres frente al 3,2% en hombres en España.
Si bien es más común que aparezca durante la adolescencia o entre los 30 y los 50 años, su prevalencia aumenta con la edad.
De este modo, más del 10% de las personas mayores de 75 años sufren depresión, pero las tasas más altas se dan a partir de los 85, con un 16%. Una realidad que si bien disminuye ligeramente en los últimos años de la vida.
A pesar de estas cifras, el trastorno depresivo está infradiagnosticado. Tan solo el 58% de las personas que lo sufren acuden a consulta de atención primaria o especializada y un 55% de quienes lo sufren de forma leve no son diagnosticadas en primaria.
Esta realidad «conlleva consecuencias muy negativas como la reducción de la calidad de vida, la cronificación de problemas emocionales, el incremento del uso de servicios de salud o el aumento del riesgo de suicidio», explica la Dra. Verónica Olmo, coordinadora del Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y médico de familia en el Centro de Salud de Torreblanca de Sevilla.
Es, además, una de las autoras de las Guías Clínicas en Depresión, que se han presentado esta semana en el marco del simposio Lundbeck del 45 Congreso Nacional de Semergen, celebrado en Valencia.
Se trata de un manual de referencia para los profesionales sanitarios de este primer nivel asistencial, coordinado por el Dr. Vicente Gasull, médico de familia y miembro del Grupo de Trabajo de Salud Mental de Semergen, y en el que han participado nueve autores.
Estas guías clínicas, basadas en preguntas y respuestas, los expertos abordan desde aspectos generales de la depresión –qué es la enfermedad, cuál es su impacto, cómo se diagnostica, principales síntomas o criterios de derivación o atención compartida con Salud Mental, entre otros– hasta su tratamiento, comenzando por los actuales objetivos terapéuticos, fases y duración.
A su vez, cuentan con distintos bloques temáticos dedicados a la psicoterapia, al tratamiento farmacológico, la neuroestimulación y los tratamientos de medicina complementaria y alternativa.
En ellas se abordan diferentes medidas para los retos actuales de esta enfermedad, como luchar contra los síntomas residuales de la depresión o la falta de adherencia al tratamiento antidepresivo.
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