Opinión

Las tres señales del apocalipsis de la Sanidad

Nos atienden cada vez más tarde con fármacos y máquinas cada vez más antiguas. Esta es la Sanidad que nos deja la izquierda.

La lista de espera quirúrgica en los hospitales de Torrevieja y el Vinalopó es menor que en el resto
España ha alcanzado el récord histórico de pacientes en espera de una operaciónLa RazónLa Razón

Aunque existen muchas herramientas para medir el estado real de salud de un sistema sanitario, hay tres que gozan de una fiabilidad máxima para proceder al diagnóstico: las listas de espera, la demora en la incorporación de medicamentos realmente innovadores y la cantidad adeudada a los proveedores no farmacológicos, que son aquellos que fabrican productos y tecnología sanitaria.

Las dos primeras arrojan resultados ya del todo conocidos. España ha alcanzado el récord histórico de pacientes en espera de una operación –793.521–, lo que revela la incapacidad manifiesta del sistema para hacer frente a una demanda creciente de enfermos cada vez más envejecidos.

La segunda herramienta mostraba también resultados desalentadores que han llegado incluso a empeorar. Si nuestro país tardaba antes 517 días en incorporar los nuevos fármacos para administrárselos a los pacientes, hoy el tiempo medio ronda los 629 días, según los datos de la patronal farmacéutica europea, lo que muestra que los servicios de salud carecen de presupuestos suficientes y optan por retrasar al máximo la llegada de productos caros, aunque resulten beneficiosos para los afectados.

El tercer medidor acaba de arrojar datos ahora y también son negros: la Sanidad acumula facturas con los fabricantes de productos y tecnología por un importe de 731 millones de euros, y la tendencia es creciente, lo que da muestra de incapacidad financiera no sólo para prestar la asistencia sanitaria en tiempo y forma, sino para hacerlo con los aparatos más innovadores.

Dicho en otras palabras: los tres indicadores confirman que nos atienden cada vez más tarde con fármacos y máquinas cada vez más antiguas. Esta es la Sanidad que nos deja la izquierda.