Coronavirus

Una población que no ha asumido la realidad

125 nuevos contagios comunicó el Ministerio de Sanidad, la mayoría en Aragón, Cataluña y Navarra

Pruebas de PCR realizadas en la empresa hortofrutícola donde se originó el brote
Pruebas de PCR realizadas en la empresa hortofrutícola donde se originó el broteGOBIERNO DE ARAGÓNGOBIERNO DE ARAGÓN

Las reglas de juego de una epidemia vírica de afectación mundial están establecidas ya desde que la humanidad ha venido sufriéndolas y se han descrito en su evolución. La gripe del año 1918 fue terrible y duró casi tres años. ¿Qué hemos ganado en los cien años transcurridos? Muy poco desde el punto de vista epidemiológico, es decir, hemos empeorado desde entonces y hemos ganado en el tratamiento no de la causa sino de las consecuencias. Los grandes cuadros respiratorios y vasculares son hoy tratados con medios desconocidos sólo hace cincuenta años, y aún menos, con los avances de las UCIS.

Una población que no ha asumido la realidad
Una población que no ha asumido la realidadJosé Luis Montoro

Estamos ante una epidemia global y por ello se titula de pandemia, con un virus de alto índice de contagio, sinuoso y traicionero porque permite la bondad de la evolución en muchas personas, sobre todo jóvenes que se convierten en portadores y transmisores asintomáticos. La sociedad está recibiendo mensajes de muy variada naturaleza, pero los portavoces políticos, como los antiguos mentores de las epidemias, exhiben sus argumentos a favor de sus propias posiciones. Y conviene hacer creer que hemos vencido al virus, porque era un objetivo hacerlo colectivamente. Esa era la consigna: «Juntos lo venceremos».

Sigue con nosotros

Ni mucho menos, el virus tiene un trabajo muy difícil de propagación en las condiciones meteorológicas actuales y era absolutamente de esperar que para San Antonio, que como los antiguos me gusta partir el calendario por tales acontecimientos, el virus perdiera virulencia y se fuera retirando a zonas de frío del planeta. Pero jamás que se diera por vencido. Eso no lo ha opinado ningún experto y solo los ilusos pueden creerlo. Aquí se queda para aumentar su agresividad en el otoño, cuando la mascarilla sea sustituida por la bufanda.

Como se queda, necesita transmitirse de persona a persona y eso se realiza en los encuentros de asintomáticos con grupos y enseguida se forma un brote entre 30 o 40 afectados. Mientras contemos los brotes y los enumeremos, las cosas nos van bien. Tenemos la población pacificada si podemos contar los grupos subversivos, diríase en otras épocas.

Y esos focos son los que deben ser gestionados con eficacia por parte de los médicos de atención primaria, que se convierten en sabuesos, y hacen una investigación idónea sobre sus pasos y contactos. Conan Doyle, el autor del Sherlock Holmes, era un sabueso medico que introdujo la deducción científica similar en sus novelas. El manejo de la pericia y el arte del médico de cabecera, con perdón de los que prefieren llamarse de Atención Primaria, unido a las pruebas, es decir la PCR, acota y aísla esos focos.

Y esto es lo que debe saber la sociedad y este es el mensaje real. Tenemos unos meses de calma tensa, de trabajo concreto de diagnosticas y aislar los contagios esporádicos, pero debemos prepararnos seriamente para un brote otoñal.

Son nuestros médicos de Primaria, nuestros intensivistas, nuestros urgenciólogos, nuestro geriatras, nuestra residencias y la sanidad en general la que ha de sacar la enseñanza ya y ponerse manos a la obra, porque la ola epidémica va a volver.

No son los brotes los preocupantes, es la irresponsabilidad de unos responsables de la sociedad, de todas las Instituciones queriendo sacar las responsabilidades que pueden ser muchas, pero las más importantes están por llegar. Los primeros ataques pueden ser entendidos por ignorantes, los próximos deben ser evitados por prudentes y sabios.