Ventilación

Los aerosoles pueden permanecer hasta 10 veces más tiempo en las esquinas de una habitación

Se concentran al lado de las puertas o ventanas, o de los aparatos de aire acondicionado, según una nueva investigación realizada en un lavavo público en India

Una profesora guía a una estudiante para entrar en la escuela el día en el que se reabren despues de 20 meses cerradas. En Kochi, en el estado de Kerala (India), a 1 de noviembre de 2021
Una profesora guía a una estudiante para entrar en la escuela el día en el que se reabren despues de 20 meses cerradas. En Kochi, en el estado de Kerala (India), a 1 de noviembre de 2021R S IyerAP

Tras casi dos años completos de la pandemia, ya se sabe que el virus se propaga principalmente a través de la transmisión aérea viajando dentro de diminutas gotas microscópicas o aerosoles expulsados de nuestra boca cuando hablamos, gritamos, cantamos, tosemos o estornudamos. Luego flota en el aire, donde puede ser inhalado y transmitido.

Para entender cómo podemos conocer mejor y diseñar el flujo de aire para mitigar la transmisión, un grupo de investigadores indús se propuso averiguar como se comportan los aerosoles en espacios como los lavavos públicos, que se han identificado como una fuente potencial de transmisión de infecciones en zonas densamente pobladas de India. Y lo hicieron através de simulaciones por ordenador usados incialmente para medir el flujo de aire alrededor de los aviones y los motores.

Sus hallazgos muestran que los aerosoles infecciosos en las zonas muertas pueden permanecer hasta 10 veces más tiempo que en el resto de la habitación. Estas areas de aire atrapado se encuentran con frecuencia en las esquinas de una habitación o alrededor de los muebles, según el trabajo que han publicado en la revista científicaPhysics of Fluids.

Los investigadores descubrieron que las posibilidades de infección son significativamente mayores en una zona muerta. “Sorprendentemente, pueden estar cerca de una puerta o una ventana, o justo al lado de donde un aire acondicionado está soplando el aire -advierte-. Cabría esperar que fueran zonas seguras, pero no lo son”.

Las simulaciones por ordenador muestran que “el aire fluye en rutas tortuosas, como un vórtice -añade Vivek Kumar, coautor del estudio-. Lo ideal sería que el aire se extrajera continuamente de cada parte de la habitación y se sustituyera por aire fresco. Esto no es fácil de hacer cuando el aire recircula en una zona muerta”, reconoce.

Ventilamos mal los espacios interiores

Los mayores interrogantes en torno al flujo de aire se centran en cómo ventilar los espacios interiores para minimizar la propagación de infecciones, es decir, dónde deben colocarse los ventiladores y los conductos de ventilación, cuántos instalar o qué cantidad de aire debe pasar por ellos.

“En la actualidad, el diseño de la ventilación suele basarse en los cambios de aire por hora (ACH) --explica Sinha-. Estos cálculos de diseño suponen que el aire fresco llega a todos los rincones de la sala de manera uniforme. Gracias a las simulaciones por ordenador y a los experimentos realizados en un lavabo real, sabemos que esto no ocurre”. Esto significa que el ACH puede ser 10 veces menor en las zonas muertas.

“Para diseñar sistemas de ventilación que sean más eficaces contra el virus, tenemos que colocar los conductos y ventiladores en función de la circulación del aire dentro de la habitación. Aumentar a ciegas el volumen de aire por los conductos existentes no resolverá el problema”.