Comunismo

El Día del Soltero en China y las víctimas de la “Revolución Cultural”

En todo el mundo esta fecha se celebra como un evento inocente y divertido... pero en China es mucho más que eso

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El 13 de noviembre es ese día del año donde los más independientes y los no correspondidos celebran orgullosos su soltería. Es algo así como una respuesta simpática a la cursilería desplegada el Día de San Valentín, que se celebra al día siguiente.

Al “antisanvalentín” se han unido marcas de todo tipocon rebajas y eslóganes como “Tú eres tu mejor match” o “Amarte a ti mismo. Esa es la verdadera revolución”. Y es que, los solteros se han convertido en un grupo tremendamente atractivo para muchas empresas, porque suelen disponer de mucho más dinero y mucha más libertad para invertir, y para comprar más y mejor.

En general, en todo el mundo esta fecha se celebra como un evento inocente y divertido. Pero en China es mucho más que eso:

Allí se celebra el 11 de noviembre porque, según la creencia china, el número 1 es la representación de un árbol sin hojas; por eso, el 11 del 11 se ha convertido en el símbolo perfecto para reivindicar la soltería. La fiesta se masificó en el año 2009, cuando Alibaba hizo suya una festividad que surgió en la Universidad de Nanjing, donde los solteros “celebraban” su autonomía.

Cuartel general de Alibaba durante la celebración del Día del Soltero, en la ciudad china de Hangzhou
Cuartel general de Alibaba durante la celebración del Día del Soltero, en la ciudad china de Hangzhoularazon

Unos años después, las compras por el “Día del Soltero” en el gigante asiático superan con mucho al Black Friday y al Ciber Monday. Toda una orgía del consumismo que haría que el mismísimo Mao se revolviese en su tumba.

Pero... ¿por qué en China esta fiesta es tan popular? Pues por culpa del Partido Comunista Chino y por culpa de la mayor obra de ingeniería social que ha presenciado la humanidad:la “política de un solo hijo”.

Los enemigos del comercio que vendieron a sus hijas

Era el año 1979, habían pasado cuatro años desde la muerte de Mao Zedong y la situación en la que había dejado al país era terrible. Al comienzo de su Gobierno, a la par que se producía el “Gran Salto Adelante”, Mao se dedicó a alentar la natalidad sin control, para así aumentar la mano de obra. Luego, cuando vio que eran demasiados chinos, puso en marcha otra campaña masiva con el eslogan Wan-Xi-Shao, es decir, “Más tarde, más espaciados, y menos”.

Con ella se redujo el promedio de hijos de seis a tres en pocos años. Pero aún con todo, en el momento en el que sus sucesores llegaron al poder, la población seguía creciendo a unos ritmos alarmantes. La solución estaba clara: los chinos debían dejar de tener hijos.

A partir de ese momento, las autoridades impusieron multas prohibitivas a quien decidiese tener un segundo hijo y obligaron a cientos de millones de mujeres chinas a practicarse abortos y cirugías de esterilización. En ocasiones, las familias que no podían, por cuestiones médicas, tener un hijo, eran dotadas de uno que había sido arrancado previamente de los brazos de su familia biológica.

Para huir de las terribles amonestaciones por parte de las autoridades, también fue muy frecuente el abandono de recién nacidos sin que nadie pudiese hacerse cargo de ellos.

Muchas familias abandonaron a sus hijos en los orfanatos estatales, donde eran frecuente los maltratos, la desnutrición o la venta de estas niños en el extranjero.

Fotograma del reportaje "Las habitaciones de la muerte" donde se observa a tres niñas chinas atadas a las sillas y desatendidas durante horas
Fotograma del reportaje "Las habitaciones de la muerte" donde se observa a tres niñas chinas atadas a las sillas y desatendidas durante horasLa Razón

Esta realidad afectó especialmente a las niñas, que en China siempre fueron menos deseadas por las familias que sus hermanos varones; ya que se consideraba que eran una carga... y no un activo. Eso generó también la práctica de abortos de fetos femeninos: si las parejas podían tener un solo hijo, este debía ser varón.

Los chinos que sobran (o los que faltan)

36 años después, en el año 2015, el Plenario delComité Central del Partido Comunista de China abandonaba la política de hijo único... y ahora alentaba a las parejas a tener, cómo máximo, dos hijos.

El envejecimiento de la población del gigante asiático está produciendo un aumento inusitado de las cifras de dependientes, a la par que disminuye alarmantemente la población activa. O dicho de otra forma, la tasa de natalidad es una bomba de relojería que podría acabar con el sueño de hacer de China el nuevo poder hegemónico del mundo.

Según la Comisión de Población Familiar de China (encargada durante más de tres décadas de aplicar esta ley), China actualmente tendría más de 1.700 millones de habitantes, en lugar de los cerca de 1.400 millones actuales, si no se hubiera puesto en práctica esta norma. La gran mayoría de este déficit se explica por los cientos de miles de niñas que fueron despreciadas, asesinadas y vendidas.

Y las consecuencias son rotundas: Ahora no hay mujeres suficientes para tantos hombres.

El presidente chino Xi Jinping (en el centro),y otros líderes del Partido Comunista
El presidente chino Xi Jinping (en el centro),y otros líderes del Partido Comunistalarazon

En China los llaman Shengan, es decir, los “hombres sobrantes”. Y se estima que son unos 30 millones de varones incapaces de encontrar pareja.

Algunos recurren a los servicios de psicólogos y de estilistas para que les enseñen a ser atractivos, otros se gastan (literalmente) una fortuna en agencias de citas,... Pero nada parece dar resultado... seguirán existiendo 30 millones de hombres chinos que sobran.

Desde el Gobierno tratan de ayudar a los solteros imponiendo la prohibición a las mujeres chinas de casarse con varones extranjeros (una normativa que, evidentemente, no aplica para ellos).

Paliando la escasez

En los últimos años, se ha observado otra consecuencia de la política del hijo único: el tráfico de esposas norcoreanas. Es un negocio pujante que se alimenta de la escasez de mujeres en la sociedad china, especialmente en las zonas rurales.

Las exiliadas norcoreanas son atraídas por los contrabandistas chinos con la promesa de comida y trabajo, otras son secuestradas; y en el caso de las más jóvenes, son muy solicitadas por los prostíbulos chinos (otro negocio que cada año coge más fuerza).

Un grupo de norcoreanos trabaja en la frontera entre Corea del Norte y China
Un grupo de norcoreanos trabaja en la frontera entre Corea del Norte y Chinalarazon

Los clientes chinos, en su mayoría campesinos solteros entrados en años, no tienen las condiciones económicas para atraer a mujeres chinas; y buscan fuera lo que no pueden encontrar en su país. Una realidad que no solo afecta a Corea del Norte, sino también a otros muchos países de la región, sobre todo del sudeste asiático.

Pero aún con todo, este 11 de noviembre, millones de chinos buscarán consuelo a su soledad en las jugosas ofertas ofrecidas por el “Día del Soltero”.