14 grandes expertos insisten en una evaluación independiente de la gestión de la pandemia

Un grupo de 14 expertos de primer nivel del ámbito de la Salud Pública insiste en la necesidad de que España acometa de una vez por todas una evaluación independiente de la gestión de la pandemia de Covid-19 con una visión multidisciplinaria en la esfera sanitaria, política y socioeconómica. El objetivo es comprender qué ha pasado y proponer soluciones que eviten que los posibles errores o deficiencias vuelvan a producirse en crisis futuras. Dichos expertos forman parte de un grupo más amplio de 20 especialistas que ya pidió algo parecido por medio de dos artículos en la prestigiosa revista “The Lancet”durante las primeras fases de la pandemia, sin obtener hasta la fecha éxito en sus propuestas.

Como se recordará, el Ministerio de Sanidad y las autonomías acordaron en septiembre del año pasado en el seno del Consejo Interterritorial de Salud la creación de un grupo de trabajo para definir el marco en el que se realizará dicha evaluación independiente, pero han transcurrido cuatro meses desde entonces y se desconoce a qué han conducido las labores realizadas y la evaluación sigue sin estar realizada y, por tanto, concluida, cuando España se encamina ya a su segundo año de Covid-19 conmás de 8,7 millones de personas contagiadas en este tiempo y de 91.500 fallecidos.

El nuevo artículo de los expertos independientes no aparece publicado esta vez en “The Lancet”, sino en el número correspondiente a enero y febrero de este año de “Gaceta Sanitaria”, la revista de referencia de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria que edita Elsevier, y parte del contenido ya había sido avanzado en su edición digital. Los integrantes de este grupo -en el que forman parte, por ejemplo, especialistas de la talla del ex consejero de Sanidad del País Vasco, Rafael Bengoa; Juan Gestal, de la Universidad de Santiago de Compostela; Ildefonso Hernández, de la Universidad Miguel Hernández de Elche; Manuel Franco, de la Johns Hopkins; José María Martín Moreno, de la Universidad de Valencia; o Joan Carles March, de la Escuela Andaluza de Salud Pública- parte de la base de que el Sistema Nacional de Salud (SNS) español ha venido siendo bien valorado por la ciudadanía, y presentando buenos indicadores en términos de morbimortalidad y esperanza de vida.

Además, apuntan los expertos, el año previo a la pandemia nuestro SNS recibió una alta puntuación en el índice de seguridad sanitaria global. Sin embargo, añaden, “nuestra población se ha visto extraordinariamente afectada por la Covid-29 en términos de incidencia acumulada, mortalidad asociada y disrupción social y económica”. “Lo cierto es que la crisis financiera iniciada en 2008 supuso un serio revés para el SNS, el gasto en salud está bajo la media de los países de la Unión Europea y no se ha invertido suficiente en salud pública. Todo eso ha lastrado su efectividad ante esta pandemia”.

Tras recordar que numerosos países y la OMS han decidido promover comisiones evaluadoras, defienden la necesidad de caracterizar las disposiciones del Gobierno, las autonomías y ayuntamientos, el impacto en los servicios sanitarios y sociales, el nivel de colaboración con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades y la OMS. En el artículo, proponen asimismo evaluar la gobernanza, la preparación y el proceso de toda de decisiones, incluyendo su capacidad de respuesta y grado de preparación; el diseño, disponibilidad y homogeneidad y fiabilidad de los datos sobre aspectos como la morbilidad y la mortalidad; las acciones realizadas y las alternativas disponibles, incluyendo aquí la mitigación del impacto social y de las desigualdades en salud, el apoyo a profesionales de la salud, los sistemas de vigilancia, las pruebas e identificación de casos, los hospitales de campaña y hoteles en cuarentena, y el desempeño de la atención primaria.

Los expertos abogan además por analizar los determinantes socioeconómicos de la Covid-19, el teletrabajo, la estrategia de comunicación de los gobiernos, la información transmitida a los medios y la comunicación en redes, con presencia de mensajes negacionistas. Una vez más, insisten para hacer este trabajo en la necesidad de elegir a presidentes del panel evaluador “de reconocido prestigio, independientes y sin implicación en el proceso de decisión sobre la pandemia”, así como un grupo de expertos también con independencia acreditada.