Educación

La nueva ESO: sin nota media y niveles dispares de aprobado

Los alumnos saldrán de la etapa obligatoria con un consejo orientador y un certificado oficial de los años cursados si no consiguen el título. Recibirán formación para buscar empleo

Dentro de cinco meses, los alumnos españoles con edades entre 12 y 16 años estudiarán una nueva ESO. A partir de septiembre lo harán los de cursos impares. El siguiente, los de los pares. Pero ahora, definitivamente, los exámenes no contarán únicamente para aprobar una asignatura y si un estudiante pasa o no de curso quedará a expensas de la junta de evaluación del centro educativo. Ya no importará que un alumno haya podido suspender cuatro o cinco asignatura si los profesores consideran que ha cumplido los objetivos del curso y ha obtenido las competencias para poder desenvolverse en el siguiente. Y así podremos encontrarnos niveles educativos dispares. Más que nunca, el futuro académico de un alumno queda en manos de un grupo de profesores que en un mismo colegio podrán ser más o menos laxos dependiendo de quiénes compongan la junta de evaluación. Las comunidades autónomas han empezado a dar algunos criterios por los que los profesores podrán guiarse, pero el sindicato de profesores ANPE tiene dudas de que luego las decisiones de los docentes sean respaldadas por la Administración cuando muchos padres acudan a la Inspección a protestar por los resultados de sus hijos sin la existencia de un criterio claro y objetivo. Este y otros muchos cambios quedan recogidos en el Real Decreto por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria que ha sido aprobado hoy por el Consejo de Ministros.

La nueva ESO establece un aprendizaje por competencias y no memorístico, aunque ahora la dificultad radica en formar a los profesores precisamente en esta nueva forma de enseñar. No habrá calificaciones numéricas ni nota media calificable de uno a diez. Tampoco habrá exámenes extraordinarios de recuperación que en algunas comunidades autónomas se venían haciendo en junio y otras en septiembre y la repetición será una excepción «por su carácter regresivo e ineficaz», según Educación. Porque de lo que se trata es de que todos los alumnos salgan adelante y consigan los objetivos básicos. ¿Cómo se logra eso? Según el decreto, potenciando los mecanismos de detección temprana, la adaptación y reorganización pedagógica y de seguimiento de los alumnos , especialmente de aquellos que tengan más dificultades. Si es necesario, se pondrán en marcha programas de diversificación curricular, se harán adaptaciones curriculares, desdoblamientos o se reorganizarán los ciclos formativos de grado básico de tal manera que todo vaya orientado hacia una educación más personalizada.

El nuevo texto legal, elaborado por la ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, elimina los itinerarios, de forma que los alumnos tendrán que elegir entre cursar FP o Bachillerato a partir de 4º de la ESO y no en 3º, como ocurría hasta ahora. Así, esta decisión se retrasa un año. Ahora bien, saldrán de esta etapa obligatoria con un título bajo el brazo o bien con un certificado oficial de los años cursados y el nivel alcanzado de las competencias clave de lo que se llama «Perfil de Salida».

A esto se sumará un consejo orientador individualizado para cada alumno. De hecho, 4º de la ESO será un curso orientador que preparará para los estudios postobligatorios o bien para la vida laboral.

Nuevas asignaturas

Si nos adentramos ya en otras cuestiones, el nuevo currículo, mantendrá la perspectiva de género. Es decir, la educación irá orientada para que las alumnas se enfrenten con menos ansiedad a las asignaturas de ciencias (conocidas como STEM), que luego son las que llevan a carreras mejor remuneradas y con más salidas laborales, después de que tanto los estudios PISA como los de la OCDE hayan constatado que las mujeres, por regla general, se enfrentan de manera diferente a los hombres a las asignaturas de ciencias o las rehúyen.

Con respecto a la asignatura de Religión, al igual que ocurre con el decreto de Primaria, el Ministerio establece que se imparta se imparta durante una hora a la semana, aunque las comunidades autónomas tienen margen para ampliar el tiempo de estudio a esta asignatura ya que tienen la capacidad, por ley, de regular el 40% del currículo.

La nueva ESO que propone la ministra Alegría crea siete nuevas asignaturas para esta etapa. Algunas son de nueva creación y otras una ampliación sobre los contenidos que ya se venían impartiendo.

Así, los alumnos de la ESO tendrán tendrán cinco asignaturas comunes: Educación Física, Geografía e Historia, Lengua Española y Literatura, Lengua extranjera y Matemáticas y Lengua cooficial, en aquellas comunidades autónomas con lengua propia. Después, los estudiantes tendrán la oportunidad de elegir tres optativas, que los centros ofertarán por bloques, de entre un total de diez: Biología y Geología, Digitalización, Economía y Emprendimiento, Expresión Artística, Física y Química, formación y Orientación Personal y Profesional, Latín, Música, segunda Lengua extranjera y Tecnología y Digitalización (materia ampliada que se impartirá entre 1º y 3º de la ESO), Educación Plástica, visual y audiovisual (ampliada a estudiar entre 1º y 3º).

En el último curso de la Enseñanza Obligatoria los alumnos tendrán que estudiar asignaturas de nueva creación como son Tecnología, Digitalización, Expresión Artística, Economía y Emprendimiento y Formación y Orientación Personal y Profesional. Esta última asignatura irá dirigida a alumnos que quieran realizar estudios de Sociología, Antropología o Psicología y «contribuye a conocer y entrenar habilidades personales y sociales necesarias para participar, crear y desarrollarse en los grupos humanos, tanto en el ámbito personal como social».

Historia y «La guerra de las Galaxias»

►Los sindicatos educativos han sido especialmente críticos con el decreto que regula la enseñanza obligatoria en España. CSIF ha lamentado que se minimice la importancia de la memorización de contenidos al centrarse en competencias, lo que supone un regreso a la Logse de los noventa y critica que los alumnos pasen de curso tengan o no suspensos porque «menoscaba el valor de la titulación de los centros públicos».
En algunas autonomías, como Madrid, el consejero de Educación, Enrique Ossorio, ha criticado que en asignaturas como Historia se elimine el orden cronológico. «El problema es que el alumno de otra región va a estudiar una historia y se va a parecer más a la guerra de las galaxias que a la historia de España». Ahora las autonomías regularán el otro 40% restante del currículo.