Mascotas

Cómo evitar las conductas rebeldes en los gatos

Los gatos atacan muchas veces de forma fugaz a sus dueños

Gato persa gris en silla de ordenador
Gato persa gris en silla de ordenadorDREAMSTIMEDREAMSTIME

Los felinos que comparten nuestros hogares pueden presentar variables tipos de comportamiento, pudiendo, en algunos casos, poner nuestra relación a prueba.

Saltos sobre muebles

En la mayoría de las ocasiones podríamos decir que estos comportamientos no son más que el resultado de la curiosidad del animal, una curiosidad que no ha sido controlada de forma adecuada por el presunto racional. Para evitar estas situaciones solemos reprender al animal de forma más o menos inadecuada (gritos, manotazos...) y, en el mejor de los casos, conseguiremos la huida del animal.

Tras estas demostraciones de enfado del dueño, el gato no suele olvidarse de la conducta por la que ha sido reprendido, no intentará evitarla y, como mucho, evitará hacerlo cuando el humano esté presente.

Para evitar de forma definitiva estos problemas lo primero que debemos plantearnos es enseñar conductas adecuadas al animal: el robo de alimentos, o las incursiones a la basura, se evitarían de forma tan sencilla como sencillo es evitar el acceso del animal a dichos «manjares». Si dejamos la basura «a tiro», o permitimos la entrada del felino en la cocina cuando estamos preparando la comida, estamos comprando todas las papeletas para la rifa: «¿Le robará su gato la comida?»

Son innumerables los propietarios de felinos que en medio del plácido y merecido sueño nocturno, son «atacados» de forma fugaz y eficaz por los dientes y uñas de su gato.

Los ataques suelen producirse en los pies, más concretamente en los dedos, siendo el «dedo gordo» el más afectado por los ataques.

El gato es un animal de hábitos nocturnos, y por ello, además de deambular por la casa, ejercita su cuerpo y su «mente» mediante juegos de persecución y caza. Una forma de evitar el problema es proporcionar suficiente juego y atención al animal a primeras horas de la noche, un rato antes de dirigirnos a nuestras habitaciones. Los juguetes que han de ser cazados o perseguidos son los más adecuados.

Nos aseguraremos de forma total cerrando la puerta del dormitorio antes de conciliar el sueño.

Vocalización felina

Según ciertos autores existen razas con más posibilidades de emitir sonoras y molestas vocalizaciones, pero la experiencia personal y profesional nos hace pensar que cualquier gato es capaz de hacer temblar nuestros tímpanos con sus sugerentes emisiones sonoras.

Un gato vocaliza principalmente en su relación con el hombre. De hecho, los que viven en libertad emiten escasas vocalizaciones entre ellos, haciéndolo exclusivamente en caso de estricta necesidad (celo, conflictos).

Si el gato maúlla porque requiere nuestra atención y acudimos, el gato gana la partida y maullará siempre que lo considere para que sigamos haciéndole caso.