Enfermedades infecciosas
La covid supone un freno para los programas contra la tuberculosis
El número de casos notificados ha descendido, así como la financiación de los estudios
La pandemia de la covid-19 ha supuesto un retroceso «notable» en el desarrollo de los programas de tuberculosis, sobre todo en los países de ingresos medios y bajos, que presentan la carga más elevada de la enfermedad, según un informe del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que ha reclamado un «compromiso político» para poder erradicarla en 2035.
El informe resalta que la pandemia ha afectado a múltiples ámbitos, «como el número de casos de tuberculosis identificados y notificados, la incidencia de la enfermedad, la mortalidad y la financiación de sus programas, particularmente los de I+D, ya que en 2020 la inversión en investigación de la Covid-19 fue 113 veces superior a la dedicada a la investigación de la tuberculosis», informa EFE.
El trabajo lo firman la infectóloga Isabelle Munyangaju; el coordinador de investigación en tuberculosis del Centro de Investigaçao e Saúde de Manhiça en Mozambique, Alberto García-Basteiro; la pediatra especializada en tuberculosis Elisa López-Varela y la investigadora del ISGlobal Anna Saura Lázaro, que afirmaron, sin embargo, que no todos los efectos han de ser negativos.
En este sentido, destacan que «si la respuesta a la Covid-19 se ha beneficiado de las infraestructuras y los recursos existentes destinados a la tuberculosis, a medida que progresamos hacia el control de la Covid-19 los países de ingresos medios y bajos también pueden modificar los programas de tuberculosis para integrar estrategias y servicios destinados a ambas enfermedades de una manera sinérgica».
Así, ponen como ejemplo que se pueden usar los programas de vacunación contra la covid para el cribado de la tuberculosis o que se pueden mantener la vigilancia en tiempo real para mejorar la detección de la enfermedad.
Los especialistas subrayan que la tuberculosis «sigue siendo una de las principales causas de muerte por enfermedades infecciosas en todo el mundo» y es una de las más antiguas. Considerada una enfermedad asociada a la pobreza, los autores del informe insisten en que la pandemia de la Covid-19 ha supuesto que los programas de control de la tuberculosis «corran riesgo de perder años de logros significativos en su lucha», especialmente en los países pobres, que tienen la carga más elevada de la enfermedad.
Los países con los ingresos más bajos concentran el 80 % de los casos de tuberculosis del mundo, un 43 % en el sudeste asiático, un 25 % en África y un 18 % en el Pacífico occidental. Según el informe, entre 2015 y 2020 se consiguió reducir la tasa de incidencia de la tuberculosis en un 11 % y la mortalidad en un 9,2%. La irrupción de la covid-19 supuso que se dejaron de notificar casos, un 18 % en 2020.
