Dinosaurios
¿Por qué el Tiranosaurio rex tenía los brazos tan pequeños?
Una nueva investigación cree haber dado con la función del pequeño tamaño de los miembros de este dinosaurio
Probablemente el Tiranosaurio rex es el dinosaurio más conocido de su tiempo, en parte gracias a la película del gran Steven Spielberg, estrenada en 1993, “Parque Jurásico”. Pero pese a su gran tamaño y voracidad, este imponente dinosaurio ha sido víctima de miles de burlas por el aspecto de sus brazos. Y es que un T. rex de 12 metros de largo podía llegar a tener un cráneo de 1,5 metros de largo, pero sus brazos no llegaban al metro. Para hacernos una idea de lo “ridículo” del tamaño de sus miembros superiores, si trasladáramos estas medidas a un humano de 1,80 de alto, sus brazos tan solo medirían unos doce centímetros.
El tamaño de estos miembros ha sido objeto de numerosos estudios científicos, pero pese a ello su función aún no se sabe a ciencia cierta. Sin embargo, según un estudio reciente, los científicos creen haber hallado la razón por la que el icónico T. rex tenía los brazos tan cortos.
De acuerdo con las investigaciones del paleontólogo Kevin Padian, profesor de biología integradora en la Universidad de California, el tamaño de dichos miembros era para protegerlos durante los frenesíes de alimentación, o lo que es lo mismo, para evitar la amputación accidental o intencional cuando una manada de T. rex se abalanzaba sobre su presa con sus enormes mandíbulas. Ya que las graves heridas ocasionadas en estos momentos podían provocar infecciones, hemorragias e incluso la muerte del dinosaurio. En el análisis realizado por Padian, el paleontólogo explicó que los antepasados del T. rex, algunos incluso más grandes que él, tenían los brazos largos. Por lo tanto, debía existir una razón por la cual se redujeron tanto en tamaño como en movilidad articular. “Todas las ideas que se han presentado sobre esto no se han probado o son imposibles porque no pueden funcionar”, confesó, a lo que añadió: “Y ninguna de las hipótesis explica por qué los brazos se harían más pequeños”.
Cuando el gran descubridor de dinosaurios Barnum Brown encontró los primeros fósiles de T. rex en 1900, pensó que los brazos eran demasiado pequeños para formar parte del esqueleto. Su colega, Henry Fairfield Osborn, quien describió y nombró al T. rex, planteó la hipótesis de que los brazos cortos podrían haber sido “abrazaderas pectorales”, extremidades que mantienen a la hembra en su lugar durante la cópula. Algo similar a los broches pélvicos de algunos tiburones y rayas, que son aletas modificadas, pero Osborn no proporcionó evidencia. En este sentido, Padian relata que los brazos del tiranosaurio rex son demasiado cortos para rodear a otro tiranosaurio rex y, desde luego, demasiado débiles para ejercer algún control sobre una pareja.
Los científicos también han sugerido que sirven como ancla para permitir que el T. rex se levante del suelo. Otros creen que fueron utilizados para sujetar presas o apuñalar a los enemigos. Algunos paleontólogos incluso proponen que los brazos no tenían ninguna función. “Los brazos son simplemente demasiado cortos. No pueden tocarse entre sí, no pueden llegar a la boca y su movilidad es tan limitada que no pueden estirarse mucho, ni hacia adelante ni hacia arriba”, relató Padian.
¿Solo o en compañía?
La respuesta planteada por Padian llegó tras desenterrar pruebas inequívocas que demostraban que algunos tipos de tiranosaurios cazaban en manadas, no solos, como se representa a menudo. “Varios yacimientos importantes de los últimos 20 años conservan tiranosaurios adultos y jóvenes juntos. Realmente no podemos asumir que vivieron o que murieron juntos, solo sabemos que fueron enterrados así”, explicó Padian, a lo que añadió: “Pero cuando encuentras varios yacimientos iguales, esa teoría coje mucha más fuerza. Y lo más probable, como ya han planteado otros investigadores, es que estuvieran cazando en grupo”. En ese momento fue cuando el paleontólogo de la Universidad de Berkeley pensó que los brazos se encogieron para apartarse durante la alimentación de la manada. Los jóvenes Tiranosaurios rex, en particular, habrían sido prudentes en esperar hasta que los adultos más grandes hubieran terminado.
Hace veinte años, dos paleontólogos analizaron la función de los brazos del T. rex y plantearon la hipótesis de que dicho animal podría haber sido capaz de levantar unos 150 kilos con sus brazos. Aun así, Padian dice que el dinosaurio no podía acercarse lo suficiente al suelo como para recoger nada.
Aunque no es concluyente, los cocodrilos y los dragones de Komodo se alimentan en manada, dejando los pedazos más pequeños para sus crías cuando han terminado. Sin embargo, a menudo sufren mutilaciones. “Las heridas por mordedura en el cráneo y otras partes del esqueleto son bien conocidas en los tiranosaurios y otros dinosaurios carnívoros. Si se encontraron menos marcas de mordidas en las extremidades reducidas, podría ser una señal de que la reducción funcionó”, finalizó Padian.
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