Cambio climático

Europa, el vivo reflejo de un mundo que se calienta: “En ningún otro continente las temperaturas han subido de forma tan notable”

Un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advierte de que las temperaturas en Europa han aumentado más del doble que la media mundial en los últimos 30 años

Una persona se refresca en una fuente, en Casa de Campo,
Una persona se refresca en una fuente, en Casa de Campo,Ricardo RubioEuropa Press

Europa está experimentando temperaturas excepcionalmente elevadas después de un verano marcado por sucesivas olas de calor. Se han registrado valores superiores a los 25 grados en algunas zonas del continente, que son de 10 a 15 grados más altas respecto a los que sería normal para esta época del año. Y parece que, al menos, durante la primera quincena noviembre seguirá el clima inusualmente cálido.

Este episodio de “veroño” es otra señal de que el cambio climático se acelera y, además, de manera notable en el viejo continente. De hecho, el aumento de la temperatura observado en Europa en los últimos 30 años es más del doble que el incremento medio de la temperatura registrado a nivel mundial, según recoge un nuevo informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En ningún otro continente las temperaturas han subido de forma tan notable.

En concreto, durante el período 1991-2021, las temperaturas han aumentado a un ritmo medio de aproximadamente +0,5°C por década. Como resultado, los glaciares alpinos han perdido 30 metros de espesor de hielo entre 1997 y 2021, y el manto de hielo de Groenlandia se está derritiendo, lo que contribuye a acelerar la subida del nivel del mar, señala el informe. Por ejemplo, en el verano de 2021, Groenlandia experimentó un episodio de deshielo y, por primera vez, se registraron precipitaciones en su punto más alto, la estación Summit Cam.

El informe ‘Estado del clima en Europa’, elaborado conjuntamente con el servicio de Copernicus relativo al cambio climático (C3S) de la Unión Europea, se ha centrado en el año 2021, y contiene información sobre el aumento de las temperaturas, las olas de calor terrestres y marinas, los fenómenos meteorológicos extremos, los cambios en la configuración de las precipitaciones y el retroceso del hielo y la nieve. “Europa es el vivo reflejo de un mundo que se calienta y nos recuerda que incluso las sociedades bien preparadas no están a salvo de las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos. Este año, al igual que en 2021, amplias zonas de Europa se han visto afectadas por extensas olas de calor y sequías, que han alimentado incendios forestales. En 2021, los excepcionales episodios de crecidas causaron muerte y destrucción”, explica el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

El documento indica que la sociedad, las economías y los ecosistemas se verán afectados por episodios de calor excepcionales, incendios forestales y crecidas a medida que continúe la tendencia al calentamiento, así como por otros efectos del cambio climático. Recuerda que los fenómenos meteorológicos y climáticos de gran impacto provocaron el año pasado cientos de víctimas mortales, afectaron directamente a más de medio millón de personas y causaron pérdidas económicas que superaron los 50.000 millones de dólares (unos 50.500 millones de euros). El 84% de esos fenómenos fueron crecidas o tormentas. Por otro lado, apunta que el cambio climático afecta a la salud de la población europea de múltiples maneras, por ejemplo, al provocar muertes y enfermedades causadas por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, como las olas de calor; al multiplicar la incidencia de los casos de zoonosis y de las enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua y los vectores, y al ocasionar problemas de salud mental.

Sin embargo, no todo son malas noticias. El documento también revela que varios países europeos han logrado reducir notablemente las emisiones de gases de efecto invernadero. La Unión Europea, entre 1990 y 2020, recortó las emisiones de ese tipo de gases en un 31 por ciento, y ha fijado un objetivo de reducción neta de las emisiones para 2030 del 55 por ciento. Además, Europa es también una de las regiones más avanzadas en materia de cooperación transfronteriza para la adaptación al cambio climático, en particular en las cuencas fluviales transnacionales. También, es uno de los líderes mundiales en la implantación de sistemas eficaces de alerta temprana, puesto que el 75 por ciento de su población está protegida por ese tipo de sistemas. Petteri Taalas destaca que Europa debe mantener el buen ritmo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y debe marcarse objetivos más ambiciosos. “Europa puede desempeñar un papel decisivo en la consecución de una sociedad neutra en carbono a mediados de siglo y así cumplir lo dispuesto en el Acuerdo de París”, afirma