Opinión

Solidaridad

Debemos comprometernos con nuestro planeta y mirar las etiquetas de la ropa

Los diseños de las tres estudiantes hechos de forma totalmente sostenible estarán expuestos hasta el próximo domingo, 26 de junio.
Los diseños de las tres estudiantes hechos de forma totalmente sostenible estarán expuestos hasta el próximo domingo, 26 de junio.Alberto R. RoldánLa Razón

Nuestro mundo será solidario o no será. Por generosidad o por necesidad, pero tendrá que serlo. Más allá de los asuntos de salud que ya sabemos que no se paran si solo se tratan en el ámbito de los más favorecidos, está el tema de la moda. Algunos piensan que hablar de moda es hacerlo de frivolidad, sin embargo, la moda nos proporciona señas de identidad en nuestra relación con los demás y supone un negocio que mueve muchísimo dinero, en el que trabajan millones de personas.

El problema es que cada vez necesitamos más prendas en nuestros armarios, abarrotados tantas veces hasta la vergüenza. Reciclamos poco, utilizamos materiales poco sostenibles, no nos preocupamos de dónde proviene lo que compramos con tal de que sea bonito y tenga buen precio… Las grandes empresas incluso de low cost, ya empiezan a hacer esfuerzos para plantearse que sus productos sean sostenibles. Y nosotros debemos hacer lo mismo, porque nuestro mundo no da más de sí.

Hay que mirar las etiquetas de los productos alimenticios, pero también las de la ropa. Así sabremos qué estamos comprando y si estamos contribuyendo a que nuestro planeta sobreviva. Ahora hay marcas solidarias en España, como Ecoalf, que transforma residuos en diseños magníficos o Leticia Valera, con la ONG Kassumay detrás, que tiene como diseñadoras y trabajadoras a mujeres de Senegal (en Senegal) o a otras en exclusión social en Valencia y que ofrece ropa y complementos maravillosos. Por citar solo dos. No se trata de hacer caridad y soltar una monedita con condescendencia: se trata de comprometerse con la causa, para tratar de conseguir que el mundo sea mejor. Que el mundo «sea». Sin solidaridad, no será.