Salud

Síndrome de Brugada, una arritmia rara y peligrosa: síntomas y tratamiento

En los casos más severos puede causar la muerte súbita

El médico tiene una imagen 3D del corazón del paciente
El médico tiene una imagen 3D del corazón del pacientedreamstimeDreamstime

El síndrome de Brugada es una afección hereditaria del ritmo cardíaco, poco frecuente, pero potencialmente mortal, que, en ocasiones, cuesta detectar.

Las personas con síndrome de Brugada corren un mayor riesgo de padecer arritmias, originadas en este caso en las cámaras inferiores del corazón, es decir, en los ventrículos.

Uno de los problemas de esta dolencia es que no suele provocar ningún síntoma notable en los pacientes, de manera que, en ocasiones, muchos afectados por ella no saben que la tienen. Cuando hay síntomas, los más habituales son mareos, desmayos, jadeos, respiración dificultosa por la noche, latidos irregulares, palpitaciones extremadamente rápidas o caóticas, incluso convulsiones. Pero en los casos asintomáticos el único modo de detección es un electrocardiograma, para medir al detalle la actividad eléctrica del corazón.

Una señal eléctrica

“Cada latido de nuestro corazón es provocado por una señal eléctrica que genera unas células especiales de su cavidad superior derecha. Unos poros diminutos de cada una de estas células, llamados canales, dirigen esta actividad eléctrica y hacen que el corazón lata. Los afectados por el síndrome de Brugada padecen un desajuste en estos canales, lo que hace que el corazón lata demasiado rápido y provoque un ritmo cardíaco peligroso. Como consecuencia, el corazón no bombea suficiente sangre al resto del cuerpo”, explica el Dr. Luis González, jefe de Cardiología de Quirónsalud Alicante.

Así, un ritmo anómalo ventricular puede causar desmayos, incluso aunque dure poco tiempo, y puede ocurrir la muerte súbita cardíaca si no se controlan a tiempo las arritmias ventriculares malignas.

Un gen defectuoso

El síndrome de Brugada fue descrito por los cardiólogos españoles Pere, Josep y Ramón Brugada en 1992, aunque su sintomatología ya había sido detectada con anterioridad. Las causas están ligadas a la mutación del gen de uno de los canales que transmiten las señales eléctricas. En concreto, “el gen SCN5A produce una alteración del sodio y en consecuencia un desequilibrio en las sustancias químicas que ayudan a enviar señales eléctricas a través del cuerpo. El corazón, pese a ser estructuralmente sano, ve afectada de este modo su actividad eléctrica cardiaca”, indica el Dr. González.

Al tratarse de una mutación genética, el síndrome de Brugada es una enfermedad hereditaria. Los pacientes con antecedentes familiares deben ser valorados por un cardiólogo especialista en arritmología y electrofisiología. Los pacientes jóvenes que sufran desmayos o síncopes de origen cardiaco y no padezcan problemas estructurales deben acudir al médico para descartar el síndrome de Brugada. También aquellas personas que sobreviven a una parada cardiaca por arritmias ventriculares malignas sin cardiopatía estructural deben ser estudiadas para descartar el síndrome de Brugada y así poder instaurar un tratamiento adecuado que evite recurrencias.

Tratamiento

Los pacientes que presentan un electrocardiograma basal dudoso pueden usar test farmacológicos, que desenmascaran las alteraciones electrocardiográficas, y test genéticos, que buscan las mutaciones relacionadas con los canales de sodio.

En todo caso, una vez detectada la dolencia, el tratamiento del síndrome de Brugada requiere la adopción de medidas preventivas, como el uso de antipiréticos para bajar la fiebre y el control estricto en el uso de medicamentos o productos que puedan provocar arritmia, como son el alcohol o cierto tipo de drogas, así como fármacos que puedan bloquear la producción de sodio.

Algunas personas con síndrome de Brugada pueden necesitar un dispositivo médico denominado desfibrilador automático implantable. Son sobre todo los que sobreviven a una parada cardiaca, presentan una taquicardia ventricular o sufren un síncope cardiogénico por el síndrome de Brugada. En estos casos el desfibrilador controla las arritmias ventriculares malignas.

Además, aquellos pacientes con síndrome de Brugada que ya tienen un desfibrilador automático implantable y que presentan descargas recurrentes del desfibrilador se les puede realizar un estudio electrofisiológico que podría aconsejar la ablación de los focos internos y externos al corazón que están involucrados en el desencadenamiento de las arritmias ventriculares.

Prevención siempre

En resumen, sintetiza el jefe de Cardiología de Quirónsalud Alicante, “el síndrome de Brugada es una afección cardíaca grave que puede causar arritmias cardíacas peligrosas”, y aunque es una afección hereditaria, “el tratamiento temprano y la prevención de factores de riesgo pueden ayudar a controlar la afección y minimizar el riesgo de complicaciones graves”.

Por eso, incide el especialista, es importante que los individuos con síndrome de Brugada se sometan a evaluaciones médicas regulares para controlar su afección y minimizar el riesgo de complicaciones. “Cualquier persona con síntomas sospechosos de síndrome de Brugada debe acudir a un médico de inmediato, ya que el tratamiento temprano puede ayudar a prevenir arritmias potencialmente mortales”, concluye el Dr. González.