Informe salud mental

El 40% de españoles sufre mala salud mental, y casi el 15% ha tenido ideas suicidas

En los adolescentes, el porcentaje de aquellos que han tenido ideas autolíticas se duplica, superando el 30%

Salud mental
Percepción de la salud mental entre la población en España Tania NietoLA RAZÓN

El empeoramiento de la salud mental en España postpandemia es un hecho que ya se venía advirtiendo desde el segundo año de la crisis sanitaria. Multitud de estudios de diversas entidades han evidenciado cifras preocupantes en todos los parámetros relacionados con la incidencia de depresión, ansiedad, estrés, trastornos mentales, ideas suicidas e intentos autolíticos.

El último, el estudio "La situación de la salud mental en España", elaborado por la Confederación Salud Mental España y Fundación Mutua Madrileña, que se ha presentado hoy, refleja que cuatro de cada diez españoles (39,3%) valora de forma negativa su salud mental actual, y casi el 15% ha tenido ideas suicidas o ha intentado suicidarse.

El informe se ha llevado a cabo en 2022 con la participación de más de 2.000 personas, tanto de la población en general como de aquellas que tienen o han tenido problemas de salud mental, así como de profesionales de la sanidad.

Según muestra, el 74,7% de la población en España cree que en los últimos años ha empeorado su salud mental, mayoremente por tres motivos: las dificultades económicas (91,4%), la incertidumbre ante el futuro (89,0%) y la presión, las exigencias y estrés del día a día (88,8%), seguidas de la pandemia de COVID-19 y de la sensación de que vivimos en una sociedad cada vez más individualista y muy competitiva.

"Indudablemente, hay un dato objetivo que indica que la situación se está deteriorando y que, por desgracia, se va haciendo cada vez más preocupante. En 2021 hubo 4.003 suicidios en España, mientras que en 2011 hubo 3.180, lo que supone casi 900 más al año. Tenemos una tasa de 8,4 suicidios por 100.000 habitantes, que todavía está siete décimas por debajo de la media mundial (9,1), pero en 2011 era del 6,8", ha explicado en rueda de prensa el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin.

Así, transcurrido más de un año desde el final de la pandemia, casi 6 de cada 10 españoles (57%) se sienten preocupados, temerosos, deprimidos o tristes. "Por lo tanto valoramos que vivimos en una sociedad pesimista", ha detallado Cooklin. ´

Sin embargo, y tal como ha detallado el presidente de la Confederación Salud Mental España, Nel González Zapico, pese a todos los problemas que sufren, un 11% de la población encuestada no ha compartido con nadie sus problemas de salud mental y un 87,1% no ha compartido su problema de salud mental con sus compañeros de trabajo.

Adolescentes, jóvenes, mujeres y migrantes, los más afectados

En cuanto a los colectivos más vulnerables, un 61,3% de las personas que ha sufrido problemas de salud mental son mujeres, frente al 38,3% de hombres. Además de las mujeres, los jóvenes pertenecientes al grupo de edad de entre 18 a 34 años son los que valoran más negativamente su salud mental: sólo el 30,8% considera que su salud mental es buena o muy buena. Igualmente, duplican la tasa de ideas o intento de suicidio (31,8%) de la población general (14,5%).

Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, hasta el 47% de los adolescentes sufrió síntomas de depresión y ansiedad tras la pandemia, y un 30% tiene o ha tenido ideas suicidas, 906 intentaron quitarse la vida durante los primeros ocho meses de 2022 –la cifra más alta de la última década– y los suicidios consumados en el grupo de edad de los 12 a los 15 se han triplicado desde 2019, llegando a 14 casos en 2021. De hecho, el suicidio ya es la segunda causa de muerte en menores en España, solo por detrás de los tumores.

También la población migrante es un colectivo de riesgo, ya que, según el "Informe de la evolución del suicidio en España desde 2000-2021", elaborado por el consorcio SURVIVE y la acción de vigilancia epidemiológica de la Plataforma Nacional para el Estudio y la Prevención del Suicidio, la mortalidad por suicicio ha aumentado hasta un 25% en este grupo.

Por otro lado, según revela el informe, cuatro de cada diez personas en España (42,1%) han sufrido una depresión a lo largo de su vida; un porcentaje algo mayor, un 47,6%, han experimentado ataques de ansiedad o pánico; y un 36,9% ansiedad prolongada en el tiempo.

Idéas suicidas o intentos autolíticos

El 14,5 % de la población ha tenido ideas suicidas o ha intentado suicidarse. Esto ocurre en mayor medida entre las mujeres (17%) que entre los hombres (11,7%). Sucede lo mismo en el caso de quienes han llegado a autolesionarse: 6,4% de hombres frente a 11,3% de mujeres.

Sin embargo, tal y como ha puntualizado el director general de la Fundación Mutua Madrileña, el 75% del total de los suicidios consumados son en hombres, pese a que las mujeres tienen más intentos e ideación suicida.

Por edad, las ideas o el intento de suicidio (31,8%) y las autolesiones (30,7%) se producen en mayor grado en el grupo de jóvenes de 18 a 24 años. EL 26% acude a un psicólogo o psiquiatra.

Las cifras de ideación e intento de suicidio son de suma importancia ya que, una de cada cinco personas que ha intentado suicidarse y que ha sido atendida en los servicios de urgencia hospitalarios está en una situación de riesgo de volver a intentarlo y, por lo tanto, requiere un tratamiento y una atención especializada, según un macroanálisis realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en colaboración con varios hospitales del Centro de Investigación en Red de Salud Mental (CIBERSAM).

El informe de Salud Mental España y Mutua Madrileña también refleja que un 18,9% de la población de más de 18 años consume psicofármacos y el 73% de ellos lo hace a diario. Los más utilizados son los ansiolíticos (61,9%) y los antidepresivos (47,2%). El médico de Atención Primaria es quien los prescribe de forma más habitual (55,1%), seguido del psiquiatra (35,2%).

Perfil de la persona con mala salud mental

Una parte del informe evalúa el perfil y la situación de las personas con experiencia propia en problemas de salud mental (denominadas PEP) y lo compara con la población general. Este grupo lo conforma casi uno de cada cuatro españoles (22,8%) del total de la muestra y en él se han incluido tanto las personas que han sido diagnosticadas al respecto, como aquellas que en el cuestionario autoevaluaron su salud mental como mala y muy mala.

Respecto a las personas que han tenido un diagnóstico de un problema de salud mental, este suele producirse en la juventud; en concreto, la edad media de quienes lo han sufrido se sitúa en los 26 años.

Los problemas y relaciones familiares (36,3%) y la autoexigencia en los ámbitos profesional o académico (32,4%) son las dos causas más señaladas por las personas con problemas de salud mental como detonantes para la aparición de los problemas de salud mental. En materia de terapias, el estudio revela que el 57,1% de los tratamientos se basa en la prescripción de fármacos, seguido por la psicoterapia (47,6%) y la participación en programas sociales de apoyo (27,4%). De entre las personas diagnosticadas con un problema de salud mental, mmás de la mitad (58,5%) ha sentido rechazo social por ello en algún momento de su vida por parte de su entorno.

Sin plan nacional de prevención del suicidio

En este contexto, con los peores datos de hace una década en cuanto a parámetros de salud mental, España no cuenta con un plan nacional de prevención del suicidio. Las sociedades científicas de psiquiatría y psicólogía llevan meses pidiendo «más recursos» y que el Gobierno y las comunidades autónomas dejen de «poner parches» a una realidad que evidencia que algo muy grave está fallando en nuestra sociedad. «Necesitamos la puesta en marcha de planes nacionales de concienciación y prevención de la aparición de ideas de muerte y conductas autolíticas, así como favorecer la puesta en marcha de dispositivos preparados para este tipo de patología»,indicaron en consenso los más de 400 los expertos reunidos a principios de este mes en el I Congreso Nacional de Salud Mental Infanto-Juvenil.

Los especialistas están de acuerdo en que lo que hay detrás de esta lacra social son factores como la falta de medios para tratar las depresiones, angustias y trastornos mentales de niños, adolescentes y jóvenes, el exceso de respuestas medicalizadas o la automedicación –un 25% de los jóvenes toma psicofármacos–, la falta de profesionales , el abuso del alcohol y de las drogas –que cada vez se produce en edades más tempranas–, la disfunción familiar, el rechazo social, internet y las redes sociales y la baja respuesta sociosanitaria, educativa y familiar.