El periodista marroquí Abdelkader Zaari, que investiga un caso de brujería, fue agredido brutalmente en las afueras de Tánger. El ataque se produjo cuando el coche del informador fue embestido por un individuo que le rompió los cristales, lo que le provocó graves heridas, especialmente en la cabeza y la pérdida momentánea del conocimiento.

Sobre los detalles del incidente, el propio periodista confirmó que el atacante era hijo de una bruja que vivía en la zona, cuyas actividades habían desatado una disputa con una familia afectado por las actividades de esta mujer. por temas relacionados con la brujería. Zaari agregó que había sido objeto de amenazas después de publicar una investigación sobre el asunto y que el ataque fue en represalia por su artículo.

El ataque contra el periodista provocó una condena generalizada en la comunidad local. Muchos ciudadanos expresaron su rechazo a tales actos y pidieron a las autoridades que tomen medidas contra cualquiera que se atreva a practicar brujería o agredir a periodistas.