Cambios sociales

Aumento importante de las enfermedades venéreas entre mayores de 50 años

Las ITS se han duplicado en una década por el aumento de los divorcios, el abandono de los preservativos y los numerosos medicamentos tipo «viagra»

TEHERÁN (IRÁN), 01/04/2024.- Una pareja celebra la festividad de Sizdah Bedar, el Día de la Naturaleza, en el parque Mellat de Teherán. Los iraníes celebraron este lunes tímidamente el Sizdah Bedar, el Día de la Naturaleza, dado que esta festividad persa que se celebra con picnics al aire libre coincidió con el Ramadán, en un nuevo roce entre el severo islam de las autoridades del país y el desapego de parte de la población hacia las tradiciones religiosas. EFE/Jaime León
Junto a la playa de San Lorenzo de Gijón el pasado 25 de eneroJaime LeónAgencia EFE

Una nueva revisión presentada ayer de la investigación que será analizada en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas de este año, que comenzará el día 27 en Barcelona, explica cómo hay que comenzar a gestionar el aumento de las infecciones de transmisión sexual (ITS) en las personas mayores, como gonorrea, sífilis y verrugas genitales, recoge Ep.

El objetivo es analizar la importancia del sexo, la intimidad y la salud sexual para la generación Baby Boomer, especialmente teniendo en cuenta que 1 de cada 6 personas en todo el mundo tendrá 60 años o más en 2030.

Las ITS en estadounidenses de 55 a 64 años se han más que duplicado en la última década. De forma similar, en Reino Unido, el número de personas mayores de 45 años diagnosticadas con gonorrea y sífilis se duplicó entre 2015 y 2019. También se han informado estimaciones altas de prevalencia de ITS en adultos mayores en todo el mundo, incluidos China, Corea, Kenia y Botswana. «El aumento de las tasas de divorcio, el abandono de los condones porque no hay riesgo de embarazo, la disponibilidad de medicamentos para la disfunción sexual, el gran número de adultos mayores que viven juntos en comunidades de jubilados y el mayor uso de aplicaciones de citas probablemente hayan contribuido al creciente incidencia de ITS en personas mayores de 50 años», explica la profesora Justyna Kowalska, de la Universidad de Medicina de Varsovia (Polonia). «Es probable que estos datos subestimen el verdadero alcance del problema ya que el acceso limitado a los servicios de salud sexual para las personas mayores de 50 años y el intento de evitar el estigma y la vergüenza tanto por parte de las personas mayores como de los profesionales de la salud está llevando a que este grupo de edad no busque ayuda para las ITS».

Para agravar el problema están los muchos conceptos erróneos sobre la sexualidad y la actividad sexual en los adultos mayores, y la importancia del sexo y la intimidad para la felicidad y el bienestar de las personas mayores. Como explica Kowalska, «las personas no se vuelven asexuales con la edad. De hecho, con la medicina preventiva y mejores estilos de vida las personas disfrutan de una vida sana y sexual durante más tiempo. Los mayores suelen encontrar mayor satisfacción en su vida sexual debido a la experiencia y las expectativas conocidas».

Aunque la frecuencia de la actividad sexual tiende a disminuir con la edad, los adultos mayores todavía practican mucho sexo. En un estudio realizado en Reino Unido, la mitad de los hombres y casi un tercio de las mujeres de 70 años o más declararon ser sexualmente activos. De manera similar, en un estudio sueco, el 46% de las personas de 60 años o más informaron ser sexualmente activas, al igual que el 10% de las personas de 90 años o más.

Los estudios muestran niveles más altos de deseo sexual, mayor frecuencia sexual y más parejas sexuales entre los hombres mayores que entre las mujeres. Un estudio retrospectivo de EE UU en el que participaron 420.790 parejas de entre 67 y 99 años encontró que la viudez se asociaba con un mayor riesgo de ITS en los hombres mayores, pero no en mujeres. Y los efectos en los hombres fueron mayores después de que el sildenafil (Viagra), el primer inhibidor de la fosfodiesterasa tipo 5 (inhibidor de la PDE5), llegara al mercado.

A este respecto, Justyna Kowalska considera que «estos hallazgos indican que la toma de riesgos sexuales es común entre los adultos mayores, particularmente los hombres. Dado que el número de personas de 60 años o más se duplicará en todo el mundo para 2050 y la disponibilidad generalizada de medicamentos para mejorar la actividad sexual, los profesionales de la salud deben ser proactivos al discutir las preocupaciones sexuales y hacer de la salud sexual una parte rutinaria de la atención médica general para adultos mayores».

Aunque la incidencia de las ITS entre las personas mayores de 50 años es pequeña en comparación con los grupos de edad más jóvenes, está aumentando, y Kowalska propone crear conciencia sobre la salud sexual en los adultos mayores, explicando que alcanzaron la mayoría de edad en un momento en que la educación sexual en la escuela no existió. «Las campañas de salud sexual se centran en los jóvenes y pasan por alto las necesidades y experiencias de las personas de 50 años o más», afirma. «Los mensajes de promoción de la salud dan la impresión de que los condones y las preocupaciones sobre las ITS sólo se aplican a los jóvenes. Pero los peligros de las ITS no diagnosticadas y no tratadas, como los cánceres relacionados con el VPH y su posterior transmisión son muy reales, particularmente en este grupo de edad que tiene más probabilidades de tener afecciones subyacentes como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares».

En España, las enfermedades de transmisión sexual están al alza: registró en 2022 la tasa más elevada desde que hay registros de sífilis, gonorrea y Chlamydia Trachomatis. Respecto a la sífilis, el dato registrado es el más elevado de la serie histórica desde que en 1995 empezó la vigilancia epidemiológica.