Gripe aviar

Carrera para crear una vacuna universal ante la amenaza del H5N1

La ola epidémica de gripe aviar de las últimas semanas preocupa a los científicos. El salto del virus a humanos daría lugar a la siguiente pandemia, para la que no estamos preparados

Virus H5N1
In this electron micrograph provided by the Centers for Disease Control, the bird influenza virus strain H5N1, seen in gold, grown in MDCK cells, seen in green, is seen in this 1997 photograph. Although a relatively few people have died from the bird flu, experts continue to voice concern of a global pandemic should the virus mutate into a strain that readily attacks humans.Centers for Disease Control, C. GoldsmithAgencia AP

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió la semana pasada que «el mundo debe prepararse para una posible pandemia de gripe aviar en humanos».Y es que en las últimas semanas se han multiplicado los brotes de la enfermedad, causada por el virus H5N1, en mamíferos tales como visones, nutrias, zorros y leones marinos, un fenómeno preocupante que «debe ser vigilado», según el organismo.

Las infecciones en mamíferos han encendido las alarmas ante la posibilidad de que el patógeno adquiera mutaciones que faciliten su salto a los humanos. En ese sentido, el director general de la OMS, Tedros A. Ghebreyesus, instó a las naciones a vigilar de cerca estas infecciones. Aunque especificó que el riesgo de zoonosis aún es bajo, advirtió: «no podemos asumir que seguirá siendo así y debemos prepararnos para cualquier cambio de situación».

Aunque se han producido algunos avances esperanzadores en los últimos meses en la búsqueda de una vacuna universal frente a todos los subtipos de gripe, la realidad es que aún queda muy lejos. «No, desgraciadamente, no estamos preparados para afrontar una pandemia derivada del salto del virus a humanos», señala Estanislao Nistal, virólogo y profesor de inmunología clínica de la facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo-CEU.

«El salto de aves a hurones está evidenciado desde hace años, pero, si salta a humanos, nos vamos a encontrar con serias dificultades, especialmente porque hay muy pocas vacunas en desarrollo». «En la pandemia de gripe A (H1N1) de 2009 a 2010, se desarrollaron candidatos vacunales muy rápido, pero no había suficiente capacidad industrial ni tecnológica para que pudieran producirse masivamente.

El problema con el que nos encontraríamos ahora es distinto, y es la dificultad para conseguir una vacuna universal, que es un objetivo muy ambicioso», explica. De los proyectos en marcha, «solo algunos están dando resultados esperanzadores y, si se consiguiera, habría que contar con que la generación de dosis vacunales suficientes para controlar un brote pandémico lleva tiempo». De este modo, el escenario más probable sería que no se llegaría a tiempo para evitar la muerte de personas que se infectaran en el brote inicial.

El español Adolfo García-Sastre investiga en EE.UU una vacuna universal. Sastre es un referente de la virología mundial, y dirige el Instituto Salud Global y Patógenos Emergentes de la Escuela del Monte Sinaí de Medicina de Nueva York. Él y su equipo han modificado el virus de newcastle (NDV, por sus siglas en inglés) genéticamente para que exprese la hemaglutinina –proteína de la gripe altamente inmunógena que ayuda al virus a entrar en las células– del subtipo 5 (H5) y, con esa modificación, usarlo para hacer vacunas.

Su objetivo es desarrollar una vacuna universal trivalente –contra los virus que causan la gripe: A y B, mayoritariamente– que sea protectora (evite el contagio) y que produzca inmunidad frente a todos los virus de la gripe. Para ello, tienen que lograr conseguir los suficientes anticuerpos contra sitios que hay dentro del virus y que son menos cambiantes. La dificultad principal reside en que ni la infección natural ni la vacunación inducen suficiente inmunidad contra esos sitios conservados, que son menos inmunogénicos. Por ello, las investigaciones no avanzan tan rápido como haría falta.

Por otro lado, el pasado noviembre la revista Science se hizo eco de un importante hallazgo por parte de científicos de la Universidad de Pensilvania (EE. UU.), que desarrollaron una vacuna de ARN mensajero (ARNm) que demostró efectividad contra 20 subtipos del virus de la gripe A y B, en un ensayo en ratones y hurones. Esta vacuna multivalente les provocó altos niveles de anticuerpos para cada tipo y subtipo. De esta forma, la inmunización protegió a los animales expuestos a las cepas virales.

Dichas vacunas pueden brindar protección contra virus antigénicamente variables al inducir simultáneamente anticuerpos contra múltiples antígenos, según el estudio.

Inspirada en el éxito de las vacunas de ARNm contra el SARS-CoV-2, el equipo liderado por la viróloga Claudia Arévalo preparó 20 ARNm diferentes encapsulados en nanopartículas, la misma tecnología utilizada por Moderna. Así consiguieron 20 vacunas en una. Antes de juntarlas todas en una formulación, probaron cada nanocápsula por separado, para asegurarse de su eficacia. Cada uno de los ARNs codificaba un antígeno de hemaglutinina diferente. Los niveles de anticuerpos se mantuvieron casi estables cuatro meses después de la vacunación en los ratones y los hurones.

«Esta candidata tiene tanto éxito porque involucra múltiples armas del sistema inmunológico. En particular, nuestra vacuna provoca diferentes tipos de anticuerpos con varias funciones. También genera diferentes tipos de respuestas de los linfocitos T – que eliminan las células infectadas y activan macrófagos–. Necesitamos investigar más para determinar el mecanismo exacto del éxito de nuestra vacuna», destacó Arévalo, primera autora del estudio.