Incendio en Murcia

Incendio en Murcia: Casi 160 muertes en tragedias en locales en las últimas décadas

El incendio en la discoteca Alcalá 20 de Madrid en 1983 dejó 81 fallecidos, y hubo otros 43 en el ocurrido en la Flying de Zaragoza en 1990

Imagen del exterior de la discoteca Flying de Zaragoza, donde se acumularon los cuerpos de los fallecidos
Imagen del exterior de la discoteca Flying de Zaragoza, donde se acumularon los cuerpos de los fallecidosLa Razón

La tragedia sucedida en Murcia tras el incendio en varios locales de ocio en Las Atalayas se suma a otras tantas ocurridas en España a lo largo de las últimas décadas, en las que al menos 159 personas perdieron la vida en los últimos 45 años. La más grave de todas tuvo lugar el 17 de diciembre de 1983, cuando un incendio que se originó tras las cortinas del escenario de la discoteca Alcalá 20 de Madrid acabó con la vida de 81 personas, la mayoría jóvenes. Unos minutos antes del cierre, un cortocircuito que prendió fuego a las cortinas del local convirtió a la discoteca en una trampa mortal, ya que la huida fue inútil, porque las principales salidas y las puertas de emergencias se encontraban cerradas o bloqueadas.

De las casi 200 personas que estaban en el local, muchas quedaron atrapadas por las llamas al intentar salir: 31personas fallecieron carbonizadas, 13 intoxicadas e incluso 36 más llegaron a morir por asfixia o aplastamiento. La tragedia tuvo una gran trascendencia no sólo por las muertes que se produjeron, sino también por las numerosas deficiencias que se encontraron posteriormente en las instalaciones de la sala, como por ejemplo la inexistencia de una salida de humos.

Otra noche para el horror fue la que se vivió en la discoteca Flying de Zaragoza en 1990, en la que fallecieron 43 personas. En un determinado momento se apagaron las luces del local, que un empleado intentó volver a encender conectando del nuevo la corriente. Ese hecho provocó el incendio, que se propagó con rapidez por la instalación.

A consecuencia de ello, el falso techo de la discoteca se desplomó. Las personas que estaban en el guardarropa pudieron esquivar los cascotes porque salieron apresuradamente del local. El resto estaba en el sótano, hasta donde descendió la densa humareda. Los exámenes forenses dictaminaron que los 43 fallecidos se intoxicaron por la inhalación de ácido cianhídrico y monóxido de carbono.

Más atrás en el tiempo en Barcelona, en la sala de fiestas «Scala», también tuvo lugar un incendio en el año 1978, que se produjo tras el lanzamiento por parte de unos manifestantes de cócteles molotov sobre la puerta principal del local, lo que provocó la muerte de cuatro trabajadores del establecimiento. Familiares de las víctimas consideran lo sucedido un «crimen de Estado».

Un año después, en la localidad de Ubrique (Cádiz), salió ardiendo un local que dejó seis víctimas mortales y diez heridos. Todas ellas residían en los pisos en cuyos bajos se encontraba la discoteca siniestrada. En el año 1988 la Audiencia Provincial de Cádiz dictó sentencia absolutoria para el propietario y los dos arrendatarios del local.

En Madrid, también en 1979, un incendio en pleno centro de la capital que se produjo en la discoteca «Charada» provocó la muerte de cuatro personas, y 11 más resultaron heridas. Las víctimas tenía entre 23 y 33 años de edad.

Mientras tanto, en el año 1988, en el pub «Dickens» de Vitoria (País Vasco), tres empleados del local perdieron la vida también a causa de un fuego.

Cuatro años más tarde, en 1992, cuatro personas perdieron la vida en la tragedia del «Miami Club» de Barcelona, y en octubre de 1996, en Valladolid murieron cuatro personas (dos de ellas bomberos) en el incendio de un local entonces de moda, la discoteca «Siete siete». También provocó daños en el edificio de viviendas en el que se encontraba.

Ya en el siglo XXI, una pareja de novios perdió la vida en 2003 en el club de alterne «La nuit de la nuit», situado en la carretera N-IV, en Valdepeñas (Ciudad Real).

En 2022 cinco chicas fallecieron en Madrid, aunque esta vez por una avalancha humana que se produjo durante una fiesta de Halloween con exceso de aforo celebrada en el pabellón municipal Madrid Arena.

El más reciente de estos trágicos sucesos tuvo lugar este año, en el mes de abril, cuando tres personas murieron y una docena resultaron heridas tras el incendio durante la preparación de un plato en el restaurante «Burro Canaglia» de Madrid, cuya decoración era inflamable y carecía de puerta de emergencia.