Aeronáutica

La NASA confía en las empresas privadas pese a la explosión del cohete

La agencia espacial estadounidense (NASA) mantiene su confianza en las empresas privadas nacionales para el transporte de astronautas y material a la Estación Espacial Internacional (EEI) pese a la explosión este martes de un cohete no tripulado.

«Lo ocurrido hoy no nos desalentara en nuestros esfuerzos por ampliar nuestra ya exitosa capacidad para enviar cargamento desde suelo estadounidense a la EEI», dijo en un comunicado William Gerstenmaier, responsable adjunto del Directorio de Operaciones y Exploración Humana de la NASA.

Un cohete Antares de la empresa privada Orbital Sciences Corporation, con más de 2 toneladas de carga para la Estación Espacial Internacional, explotó este martes segundos después de su lanzamiento desde la pequeña base que tiene la NASA en la Isla Wallops (Virginia).

Este accidente es el primero desde que EE.UU. comenzó a privatizar el transporte de material a la EEI al quedarse sin vehículos propios para enviar carga y tripulación a la estación espacial cuando concluyó su programa de transbordadores en 2011.

Orbital Sciences es, junto a SpaceX, una de las dos empresas privadas contratadas por la NASA para llevar material a la EEI, mientras que Boeing y SpaceX transportarán a los astronautas estadounidenses a partir de 2017 desde suelo nacional, lo que pone fin a la dependencia de las naves rusas Soyuz.

La NASA y Orbital explicaron en rueda de prensa conjunta que investigan las causas del accidente y esperan al miércoles para determinar a la luz del día los daños ocasionados en la plataforma de lanzamiento.

El cohete Antares llevaba la cápsula Cygnus, juntos valorados en más de 200 millones de dólares, cargada con más de 2 toneladas (5.000 libras) de material de reabastecimiento, como alimentos y experimentos científicos, pero la NASA asegura que los seis astronautas de la EEI no corren peligro de quedarse sin suministros.

«Aunque la Nasa está frustrada porque la tercera misión de reabastecimiento de Orbital Sciences falló, seguiremos adelante con un nuevo intento una vez que hayamos entendido el percance de hoy», explicó Gerstenmaier.

«Orbital ha demostrado una capacidad extraordinaria en sus dos primeras misiones a la estación este año, y sabemos que puede repetir ese éxito. Lanzar cohetes es una tarea increíblemente difícil y aprendemos de cada éxito y de cada contratiempo», añadió.

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Orbital, Frank Culbertson, anunció que la empresa no efectuará ningún nuevo lanzamiento hasta conocer qué falló este martes y solucionar el problema.

«Es demasiado pronto para saber los detalles de lo que ocurrió. Llevaremos a cabo una investigación exhaustiva e inmediata para determinar la causa de este fallo y qué pasos debemos dar para evitar que este incidente se repita», afirmó Culbertson.

«Tan pronto como entendamos las causas comenzaremos el trabajo necesario para poder volver a volar para servir a nuestros clientes y al programa espacial de la nación», añadió.

La compañía se refirió al suceso como «una fallo catastrófico en el vehículo», pero por el momento no ha trascendido más información sobre lo ocurrido.

Esta era la cuarta misión de Cygnus, incluyendo el vuelo de prueba que hizo en 2013, y el primer lanzamiento nocturno del cohete Antares.

El lanzamiento estaba previsto inicialmente para el lunes pero fue suspendido porque un barco entró en el perímetro de seguridad de varios kilómetros establecido alrededor de la plataforma desde la que partió el cohete.

La cápsula Cygnus habría llegado a la estación espacial el domingo, 2 de noviembre.

Orbital Sciences firmó un contrató de 1.900 millones de dólares con la NASA para efectuar ocho misiones de abastecimiento, no tripuladas, con los cohetes Antares y la cápsula Cygnus.

Por su parte SpaceX, creada por el cofundador del sistema de pago electrónico PayPal, también ha obtenido un contrato de 1.600 millones de dólares para doce misiones con su cohete Falcon 9 y su cápsula Dragon, que ya ha empezado a operar.