Medio Ambiente

El coche eléctrico, la receta para la salud de las grandes ciudades y sus habitantes

Vivimos tiempos en los que el petróleo marca mínimos del año en las gasolineras y los diarios esparcen noticias sobre la caída de las ventas del coche eléctrico en toda Europa. Informaciones nada halagüeñas, podría pensarse, sobre la lucha por la salud del planeta y de los que lo habitamos. Pero conviene no perder la perspectiva y poner sobre la mesa algunos datos sobre un proceso, la transición energética, que es ya imparable. El futuro no ofrece más salidas.

Un día más pendientes del aire en Madrid
Un día más pendientes del aire en Madridlarazon

En lo que se refiere a lo más pedestre, más de andar por casa, conviene remarcar que el vehículo privado y el transporte son los principales responsables de la contaminación del aire de las grandes ciudades. Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Murcia, Bilbao, Zaragoza o Málaga son un claro ejemplo de ello según los datos del último informe de calidad del aire en Europa publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (Aema).

Este particular ranquin suele fundamentarse en datos sobre la concentración de contaminantes como el dióxido de nitrógeno (N02), las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y el ozono troposférico (O3). Obviamente, la calidad del aire puede variar significativamente dependiendo de la época del año, las condiciones meteorológicas y las medidas tomadas por las autoridades locales. En lo que, a día de hoy, nadie duda es que estos datos se reducirías prácticamente a cero emisiones si los vehículos se movieran con energías limpias. Se trata de un cambio que lento paro que ya es inexorable.

Y es que, basta con echar un ojo a las consecuencias que la polución tiene sobre la salud de las personas para palpar el problema.

La quinta edición del informe sobre el ‘Estado del Aire en el Mundo’, elaborado por la organización estadounidense ‘Health Effects Institute’ en colaboración con UNICEF y que fue publicado a comienzos del verano, señala que la contaminación atmosférica es la segunda causa de mortalidad a nivel mundialsólo por detrás de la hipertensión, y de la desnutrición en el caso de los menores de cinco años. El documento precisa que, sólo en 2021, 8,1 millones de personas perdieron la vida en todo el mundo a causa de la contaminación atmosférica, y que 700.00 de ellas eran niños que no habían alcanzado los cincos de edad. El dato alcanza la calificación de alarmante si se tiene en cuenta la estimación que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS) que vaticina que el 70% de la población mundial vivirá en ciudades en 2050.

Si echamos un ojo, a las cifras de mortalidad a causa de la contaminación atmosférica en las ciudades de nuestro país, los datos no son menos preocupantes. Ya en 2019 el Ministerio de Sanidad elevaba a 3.000 el número de fallecidos. Pero estimaciones más recientes, como las que realizó el pasado junio Ecologistas en Acción en su informe ‘La calidad del aire en el Estado español durante 2023’ elevaba la cifra en 2021 hasta los 21.000. Es decir, y poniéndolo en perspectiva, 13 veces más que el número de muertos provocados por los accidentes de tráfico, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Hay que señalar que las administraciones españolas y la Unión Europea no se ha quedado de brazos cruzados para intentar atajar estas preocupantes cifras. Ya en 2010 entró en vigor los límites de concentración de contaminantes en las grandes ciudades europeas, con una población superior a los 50.000 habitantes. Esto ha llevado a las urbes a crear en el corazón de la urbe las denominadas Zonas de Bajas Emisiones, por ejemplo, que prohíbe el acceso a vehículos contaminantes y da vía libre a los eléctricos, con emisiones cero.

Según el análisis que ha realizado Ecologistas en Acción, a día de hoy todas las ciudades españolas han cumplido los topes de de dióxido de nitrógeno (NO2). Lo mismo ocurrió con las partículas PM2,5 y PM10. El problema, según su interpretación, es que esos límites han quedado obsoletos.

Ante este panorama, el vehículo eléctrico aparece como el principal vector para revertir la situación. En 2023, el 12% de los turismos matriculados correspondieron a modelos electrificados, un 2% más respecto al año anterior. Pese a ello, España aún se encuentra por debajo de la media europea del 20%, según datos de La Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).

Por lo que respecta a los vehículos 100% eléctricos, 2023 cerró con un crecimiento del 46,2%. En total de 76.347 unidades fueron vendidas, siendo los turismos los principales impulsores con un aumento del 73,4%, totalizando 54.421 unidades. Finalmente, lo que respecta a híbridos enchufables, registraron un crecimiento del 30,4% durante el año pasado. En total, se matricularon 62.838 vehículos, de las que 62.169 fueron turismos.

Según los objetivos establecidos por la UE en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), España tiene que alcanzar 5,5 millones de vehículos eléctricos en circulación para 2030. En la actualidad, la cifra supera el medio millón.

Para poner de manifiesto la necesidad de que las instituciones favorezcan la implantación del coche eléctrico basta, basta con ofrecer las cifras tráfico de Madrid. El último informe elaborado por el Ayuntamiento de Madrid sobre ‘El estado de la movilidad en la ciudad de Madrid’ confeccionado a través del análisis GPS de la telefonía: el transporte público es el responsable de un 24% del total de desplazamientos y el tráfico privado de un 49% del total, de los que el 79% son desplazamientos en vehículo privado y el 21% profesional.

El Consistorio registra a diario hasta 12 millones de viajes. En hora punta, a las 7.00 horas, contabiliza más de 100.000 vehículos que acceden a la capital y por encima del millón si se suman las cifras de entrada durante 24 horas. El 33% del total (344.113), lo hacen entre las 5.00 y las 10.00 horas.

La capital, motor económico de la región y el país moviliza a cientos de miles de personas que se desplazas a la localidad a trabajar. De todos los municipios y ciudades que la rodean Madrid, el Ayuntamiento registra desde Getafe más de 90.000 viajes. Cifras parecidas se alcanzan más al oeste desde el municipio de Pozuelo de Alarcón o Leganés. La media de viajes de entrada y salida a la capital desde los municipios de toda la región es de algo más de 25.000.

Por lo que afecta a otras provincias, algo más de 43.000 trayectos proceden de la provincia de Toledo. Desde el este, llegan más de 20.000 desplazamientos desde la provincia de Guadalajara. La media de viajes diarios de entrada y salidas de las provincias limítrofes con la Comunidad y que acuden a la capital oscila entre los 10.000 y 12.000.

En resumen, si según la OMS la humanidad se encamina hacia la concentración de la población en grandes urbes y tomando a Madrid como ejemplo, los desplazamientos no van a ir al menos si no a más. Además, si a esto se suman los datos movilidad y de mortalidad por polución, la adopción del vehículo eléctrico cuanto antes aparece como la mejor garantía para garantizar el futuro. La responsabilidad es de todos pero el principal esfuerzo lo han de hacer las instituciones. Sólo resta ponerse manos a la obra.