Conmoción
Condenan a unos padres, miembros de una secta, por la "lenta y dolorosa" muerte de su hija de ocho años
Los progenitores de la pequeña Elizabeth Struhs son parte de una secta llamada 'The Saints'
Los padres de la niña, Jason y Kerrie Struhs, fueron condenados a 14 años de prisión, mientras que el líder de la secta, Brendan Stevens, recibió una pena de 13 años de cárcel, según la sentencia publicada ayer jueves por el Tribunal Supremo de Queensland.
El magistrado, Justice Burns, señaló en su resolución que los progenitores "sabían que la niña moriría" si dejaban de administrarle la medicación, pero aun así "no hicieron nada para obtener el tratamiento médico necesario". "Elizabeth sufrió una muerte lenta y dolorosa, y todos ustedes, de una forma u otra, son responsables", dijo Burns.
Por otro lado, el juez consideró que el líder de la secta, conocida como "The Saints" (Los Santos), "persuadió" a los padres para que suspendieran la administración de insulina a la niña, describiéndolo como una persona "muy peligrosa y manipuladora".
El 29 de enero, el juez ya había declarado culpables de homicidio involuntario a los padres, y la sentencia estableció las penas para los otros implicados. Un total de 12 personas, incluidos los progenitores, el líder de la secta y otros 11 miembros, fueron condenados por su implicación en el homicidio involuntario. Las penas oscilan entre los 6 y los 9 años de prisión, dependiendo del grado de implicación de cada uno.
El proceso judicial se inició tras la muerte de Elizabeth Struhs, de ocho años, quien padecía diabetes tipo 1. La niña falleció el 7 de enero de 2022 en su casa en Toowoomba, a más de 125 kilómetros al oeste de Brisbane, después de que sus padres, su hermano mayor y los miembros de la secta se negaran a administrarle insulina durante varios días. En lugar de buscar ayuda médica, optaron por orar, confiando en el poder curativo de Dios mientras la niña agonizaba.
Tras el fallecimiento, el grupo no notificó el deceso a la Policía hasta más de 24 horas después, ya que creían que podían devolverle la vida mediante la oración, según se recoge en la sentencia. Durante el juicio, los acusados, de entre 22 y 67 años, se representaron a sí mismos, rechazando la representación legal y negándose a declarar, lo que fue aceptado como una declaración de no culpabilidad.
Jayde Struhs, hermana mayor de la víctima, quien abandonó la comunidad hace años, declaró en 2022 en una entrevista con el Canal 7 que la secta "The Saints" no tiene relación con ninguna iglesia y que cree firmemente que "Dios lo cura todo".