DGT

La conducta que hacen muchas personas al aparcar y es totalmente ilegal

Esta acción está regulada por el artículo 122.6 del Reglamento General de Circulación

La conducta que hacen muchas personas al aparcar y es totalmente ilegal
La conducta que hacen muchas personas al aparcar y es totalmente ilegalFreepik

Encontrar aparcamiento en muchas ciudades españolas se ha convertido en un pequeño deporte de riesgo: vueltas interminables a la manzana, maniobras milimétricas y, de vez en cuando, la escena que enciende todas las chispas. El conductor ve un hueco libre, se dispone a entrar… y de pronto aparece una persona en mitad de la plaza, de pie sobre el asfalto, brazos en jarras o móvil en la mano, avisando de que "está reservado" para otro coche que todavía ni siquiera ha llegado. El ya famoso 'guardaplazas' se ha normalizado tanto que muchos lo ven como un simple gesto de picaresca, pero la normativa de tráfico lo deja claro: no es una costumbre inocente, es una conducta sancionable.

El Reglamento General de Circulación no menciona esa práctica con esas palabras, pero sí regula muy claramente qué puede y qué no puede hacer un peatón en la calzada. El artículo 122.6 establece que, cuando exista acera, refugio o cualquier zona peatonal adecuada, ningún peatón debe permanecer detenido en la calzada ni en el arcén, ni siquiera para esperar a un vehículo; únicamente puede invadir la calzada en el momento de subir al coche, cuando este ya está a su altura.

Por ello, un acompañante que se queda de pie guardando un sitio está invadiendo la calzada sin necesidad y puede acabar multado. Se habla habitualmente de sanciones en torno a los 80 euros cuando interviene la Policía Local y entiende que la persona está bloqueando la plaza para otro vehículo, amparándose precisamente en ese artículo del reglamento.

En barrios de toda España se repiten fórmulas parecidas: sillas viejas ocupando un espacio libre, cajas de plástico, conos de obra, vallas, contenedores movidos de su sitio original o coches aparcados a caballo entre dos plazas para evitar que nadie utilice la contigua hasta que llegue un conocido. Aunque cada ayuntamiento concreta sus normas, muchas ordenanzas prohíben expresamente colocar objetos en la calzada sin autorización y consideran estas prácticas una ocupación indebida del espacio público.

En cuanto a los vehículos que estacionan ocupando dos plazas o de forma que impiden el uso normal de la vía, la DGT recuerda que también se trata de un estacionamiento incorrecto y que, además de la multa, la grúa puede retirar el coche si supone un obstáculo para el resto.

La pregunta práctica es inevitable: si un conductor llega con su coche y encuentra a un peatón guardando la plaza, ¿qué debe hacer? Los expertos en tráfico insisten en que lo peor es entrar al juego del enfrentamiento, ya sea aproximando el vehículo para intimidar, bajando del coche a gritos o tratando de apartar a la persona por la fuerza.

La recomendación general es mantener la calma, pedir al peatón que se retire recordándole que no puede permanecer en la calzada y, si se niega, avisar a la Policía Local para que sean los agentes quienes valoren y actúen.