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Cambio climático

La COP30 reconoce que hacen falta más estudios para su idea de tasar el lujo y la tecnología

El objetivo era alcanzar los 1,3 billones de dólares anuales con los que costear la financiación climática de los países en desarrollo

Intervinientes en la COP30 que se celebra en Brasil ASSOCIATED PRESSAP

La presidencia de la COP30 reconoció este sábado que son necesarios más estudios para llevar a cabo una de sus propuestas estrella que fue anunciada en vísperas de la cumbre climática, el plan para gravar bienes de lujo, tecnología y material bélico para financiar la lucha contra el cambio climático.

La propuesta, que consta en un documento llamado 'Hoja de Ruta de Bakú a Belém', por haber sido elaborado por las presidencias de la COP29 de Azerbaiyán y la COP30 de Brasil, planteaba ideas concretas para implementar los mandatos del Acuerdo de París en relación a la financiación climática.

El objetivo era alcanzar los 1,3 billones de dólares anuales con los que costear la financiación climática que requieren los países en desarrollo hasta 2035.

El presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, dijo que de algunos países han oído "comentarios muy positivos" acerca del documento, pero otros se han opuesto a la idea y han pedido más datos.

"Tenemos un problema con los datos. Entendimos que necesitamos más datos. Necesitamos un grupo de expertos que nos aporte mejores datos. Es una de las cosas que vamos a hacer a comienzos del próximo año", dijo el diplomático brasileño en una rueda de prensa.

La 'Hoja de Ruta Bakú a Belém' propone, entre otras medidas, destinar el 0,7 % de la asistencia oficial para el desarrollo a la financiación climática.

También plantea fijar un precio al carbono y una tasa sobre el transporte aéreo o marítimo, así como impuestos sobre operaciones financieras y sobre la venta de determinados bienes específicos, como moda de lujo, tecnología y material bélico.

La COP29 finalizó en 2024 con un compromiso de financiación climática de unos 300.000 millones de dólares anuales, cifra que muchos de los países más vulnerables consideraron por debajo de lo necesario, elevando el montante hasta los 1,3 billones de dólares.

La elaboración de una hoja de ruta era uno de los mandatos que tenían pendientes Azerbaiyán y Brasil, y se presentó el pasado 5 de noviembre, en vísperas del inicio de la COP30.