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Choque cultural

Una cubana que vive en España revela las tres mayores diferencias entre países: “Ya no tengo miedo de ir sola”

La joven afirma que desde que está en España ha cambiado varias de sus costumbres: "Me di cuenta al ir a Cuba"

Anita Mateu es una joven cubana que actualmente vive en Galicia La Razón

Cambiar de país siempre es un gran cambio en la vida. Sin embargo, puede ser más o menos radical. En función del país al que se decida emigrar se puede notar en mayor o menor medida. Un punto clave es el idioma. Si es el mismo o si se domina, la adaptación es mucho más rápida y sencilla. Pese a ello, sea en el mismo continente o fuera de él, siempre hay cambios que sorprenden, ya sea desde el primer día o siendo consciente con el paso del tiempo.

España es única y tiene varias costumbres que son totalmente diferentes al exterior. Algunas como puede ser la siesta son conocidas mundialmente, pero otras son prácticamente inapreciables a nivel general y solo se dan cuenta las personas que se mudan a nuestro país. Esto lo hizo Anita Mateu, una cubana que en la actualidad vive en Galicia y habitual creadora de contenido en TikTok. En un vídeo en dicha red social explica "tres costumbres que como cubana adoptó en España".

Estas son las tres costumbres españolas adoptadas por una cubana

Anita Mateu revela el momento en el que se dio cuenta que había adoptado estas costumbres: "Cuando fui a Cuba me di cuenta que formaban parte de mí". Tras ello, se lanza a explicar la primera costumbre: "En Latinoamérica siempre hemos pensado que los españoles son súper directos, si te dicen que no, es no". Explica que ella no era así: "Yo siempre fui de darle muchas vueltas a todo". Pone el ejemplo de cuando una amiga le decía de salir: "Daba muchas explicaciones".

Revela su cambio: "Ya he adoptado un poco el ser más directo, cuando fui a Cuba me di cuenta de que era muy directa con mis respuestas y eso es algo de ver allá". Explica que sienten: "Te ven como pesada o seca... raro. Estamos acostumbrados a darle muchas vueltas a las cosas y no a decir no". "Aquí no se dan explicaciones y para nosotros en Cuba es inconcebible", cierra.

El rechazo al sol

Su segundo cambio no es en su forma de ser explícitamente, sino en situaciones de la vida cotidiana: "Ya no rehúyo el sol". "En Cuba siempre estaba escondiéndome del sol", añade. La clave puede ser la siguiente: "Allá no tenía protector solar, aquí sí uso". Da más detalles: "Me mantengo con mi color natural, pero en Cuba siempre eludimos el sol para no quemarnos porque no hay protector solar o es muy caro y difícil de conseguir. Yo nunca tuve hasta que conseguí uno de cuerpo súper caro... encima era una grasa".

"Ahora cuando fui como que no me molestaba el sol", afirma mostrando su cambio. Piensa que puede ser psicológico: "Yo sé que voy a regresar (a España) y luego yo me echo mis cremas que me recuperan". El esconderse del sol antes iba hasta el extremo: "Cuando iba a la playa me tapaba porque es peligroso, pero esta vez, aunque traté de ir cuando era menos fuerte", cierra sobre este tema.

Crema solaristock

El miedo a ir sola ha desaparecido

El último cambio que explica es el siguiente: "Otro cambio que he adoptado en mi vida es que ya no tengo miedo de andar sola, ir sola a algún lugar o sentarme sola a comer". "Eso en Cuba es raro de ver, que una persona se siente a comer sola se ve muy raro... se pueden reír hasta de ti", puntualiza. Ambos países son dos polos opuestos: "Aquí es súper normal, muchas veces salgo a desayunar sola porque no tengo con quien ir y no pasa nada".

Simula su forma de actuar al principio: "Ay, me estarán mirando, estarán pensando que patética... pero no, aquí muchísima gente lo hace súper normal". Reflexiona sobre el tema: "Hay gente que no tiene quien le acompañe y, ¿tú vas a dejar de hacer las cosas por no tener quien te acompañe? No. Al principio me costó de salir del miedo, pero ya me da igual. Es un miedo que estoy venciendo". Ahora lo hace en cualquier lugar: "Ya viajo sola, he ido al cine sola. En Cuba también cuando fui viajé sola a un montón de lugares e hice un montón de cosas sola porque la gente no me podía acompañar".