
Hogar
No es para decorar: el verdadero motivo de poner botellas de plástico en el balcón de casa
Un simple gesto para evitar convivir con aves en la terraza

En muchas ciudades del mundo, observar los balcones con atención puede revelar pequeños detalles que suelen pasar inadvertidos. Uno de ellos es la presencia de botellas o elementos colgantes en barandillas, muros o terrazas. A simple vista parecen adornos improvisados o intentos de dar nueva vida a materiales reciclados, pero su repetición en distintos lugares sugiere que cumplen una función más específica.
A required part of this site couldn’t load. This may be due to a browser
extension, network issues, or browser settings. Please check your
connection, disable any ad blockers, or try using a different browser.
Detrás de este gesto aparentemente cotidiano se esconde una costumbre con historia, transmitida entre generaciones y adaptada al entorno urbano. Lo interesante es que no solo responde a una cuestión estética o práctica, sino también a una observación del comportamiento animal.
Un truco casero con historia
En muchas zonas rurales de Europa y América Latina, los agricultores solían usar elementos brillantes para ahuyentar pájaros de los sembradíos. Desde cintas metálicas hasta viejos CD, cualquier superficie capaz de reflejar la luz servía para proteger los cultivos.
Con el paso del tiempo y, a medida que las aves se adaptaron a la vida urbana, ese tipo de soluciones llegaron a las grandes ciudades. Ahora, botellas de plástico llenas de agua se cuelgan en balcones, patios o terrazas como un recurso sencillo y accesible para alejar de nuestra casa a este tipo de animales. Aunque su efectividad varía según el entorno, su bajo costo y carácter ecológico lo 'mantiene vivo' entre generaciones.
¿Por qué poner botellas en el balcón?
Más allá de su aspecto curioso, las botellas en los balcones responden a una lógica práctica. Según la creencia popular, el agua contenida en su interior produce reflejos y destellos con la luz del sol que incomodan a las aves, haciendo que eviten posarse o anidar en el lugar. Al mismo tiempo, el movimiento que genera el viento puede causar leves balanceos o sonidos que refuerzan ese efecto disuasorio. En conjunto, crean un entorno cambiante y algo incómodo para los animales, que prefieren buscar sitios más tranquilos y estables.
La razón que atrae a los pájaros
Las aves encuentran en las ciudades un entorno seguro con menos depredadores, más comida y espacios donde refugiarse o construir nidos. En especial, los balcones son superficies planas, con repisas, sobra y cierto resguardo del viento. Sin embargo, aunque para estos animales es sinónimo de comodidad, para los ciudadanos es molesto. Por eso, muchos vecinos recurren a métodos simples para evitar que las aves se instalen y no tener que recurrir a productos químicos.

Otras alternativas efectivas
Aunque las botellas de plástico son una de las soluciones más comunes, existen otras opciones tanto caseras como comerciales. Algunos utilizan cintas reflectantes, figuras de búhos o halcones, redes protectoras o dispositivos ultrasónicos. Sin embargo, la eficacia y el costo de cada método varían.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


