Prisión Permanente Revisable

El 83,1% apoya la prisión permanente revisable

El 68,7% considera que los depredadores sexuales y los psicópatas asesinos no son reinsertables en la sociedad

Bernardo Montoya, acusado de agredir sexualmente y asesinar a la joven
Bernardo Montoya, acusado de agredir sexualmente y asesinar a la jovenlarazon

El 68,7% considera que los depredadores sexuales y los psicópatas asesinos no son reinsertables en la sociedad.

Resulta curioso y sintomático que los representantes políticos de los españoles se manifiesten nítidamente divididos en las Cortes sobre la conveniencia y el encaje democrático de un tipo penal como la prisión permanente revisable, actualmente en vigor, pero pendiente de un recurso en el Tribunal Constitucional. El Gobierno socialista encabeza el bloque de la moción de censura que quiere derogarla, aunque con matices, pues Pedro Sánchez podría eliminarla del cuerpo legal, pero se lo toma con calma por tacticismo electoral que no por convicción.

Enfrente, sólo el PP, promotor de la iniciativa, la defiende sin ambages, mientras que Ciudadanos se mueve en la nebulosa equidistante correspondiente. Esa controversia política no existe entre los ciudadanos. La sociedad tiene pocas o ninguna duda sobre el particular. Las cifras son abrumadoras y en pocas ocasiones nos hemos enfrentado a estudios de opinión tan concluyentes. El 83,1% de los encuestados por NC Report defiende que la prisión permanente debe formar parte del Código Penal y sólo uno de cada diez españoles (10,4%) defiende la supresión. El 80,7% considera también acertado que se aplique a delitos especialmente execrables como ocurre en su presente configuración.

Es destacable que el porcentaje se mantenga inalterable en todos los tramos de edad. En nuestro país el sentir mayoritario apunta a que las leyes, especialmente las penitenciarios, son demasiado laxas con el reo. El 64,1% lo entiende así. Especialmente, porque el 68,7% opina que los depredadores sexuales y los asesinos psicópatas no son reinsertables en la sociedad. Los españoles no vacilan.