Crimen de Asunta

El comisario confirma que un testigo declaró ver a Asunta sola

La Guardia Civil analizará el ordenador y el segundo móvil del padre de la niña

Asunta Basterra
Asunta Basterralarazon

El magistrado que instruye el caso por el crimen de Asunta Basterra, José Antonio Vázquez Taín, ha retomado las declaraciones a nuevos testigos para tratar de arrojar algo de luz sobre este suceso que cada día sorprende más. Ayer era el turno del comisario jefe del Cuerpo Nacional de Policía en Santiago de Compostela, Simón Sabariz. En su breve intervención, que duró unos 20 minutos, ratificó que un hombre declaró en la comisaría que creía haber visto a Asunta, sola, a las 19:20 horas del 21 de septiembre en la calle República del Salvador, muy cercana al domicilio de sus padres. Algo que se contradice con la primera declaración de Rosario Porto que aseguraba que a las 19:00 dejó a la niña en el domicilio materno en Doctor Teixeiro y cuando volvió dos horas después Asunta había desaparecido. No obstante, la imputada cambió su versión al conocer la existencia de las cámaras de seguridad que registraron la imagen de la pequeña sentada en el asiento delantero del Mercedes de su madre.

También estaba previsto que acudieran hasta los juzgados de Fontiñas las dos forenses que estuvieron en el levantamiento del cadáver, aunque, al estar una de ellas de baja por enfermedad, se hará en los próximos días. Esos testimonios serán cruciales para esclarecer el rocambolesco asunto de la mancha de semen que se encontró en la camiseta de la pequeña, ya que, aunque todo apunta a una contaminación en el laboratorio central de la Guardia Civil de Madrid, el dueño de dichos restos biológicos sigue siendo el tercer imputado.

Para la jornada de hoy se espera que testifiquen ante el juez dos profesoras de baile de Asunta que vivieron diversos episodios en los que la niña, supuestamente, acudió sedada a clase, además de una vecina familiar que conocía a los padres.

Por otro lado, el ordenador encontrado en el domicilio del padre, y que no estaba en el primer registro, tal y como demuestran las fotografías tomadas en el mismo por los investigadores, ha sido enviado al laboratorio científico de la Guardia Civil al igual que el otro teléfono del padre que también estaba «desaparecido». Además de hacer un volcado de los datos del disco duro y rastrear cualquier archivo que pudiese haber sido borrado, se va a realizar un análisis para tratar de tomar muestras de ADN que puedan identificar a la persona que habría colaborado ocultando pruebas en este caso, que promete seguir sorprendiendo a medida que se vayan conociendo nuevos datos.