Limpieza
Una empresa de textil desmiente el mito: esta es la temperatura máxima a la que se deben lavar las toallas en la lavadora
Realizar el lavado de este textil a una temperatura concreta es clave para prolongar el rendimiento y la suavidad de las fibras
La lavadora es un electrodoméstico que se usa prácticamente a diario en las casas de toda España. Muchas veces solo se lavan prendas de ropa, pero en otras también se introducen otro tipo de textiles como toallas o albornoces. Pese a ello, las personas no suelen cambiar el programa habitual y utilizan el habitual sin analizar si puede ser perjudicial o no. Esto puede acarrear una serie de problemas para estos textiles.
La mayoría de veces llegan por desconocimiento o por simple pereza. También hay muchos mitos recorriendo internet y las redes sociales. Por ello, siempre es recomendable seguir las instrucciones de expertos y empresas especializadas. 'Portugal Natura' revela en su página web la temperatura a la que se deben lavar las toallas.
Esta es la temperatura máxima a la que se deben lavar las toallas
Las toallas de algodón deben lavarse a un máximo de 30-40 grados en la lavadora, no a una temperatura superior, según 'Portugal Natura'. En ocasiones se recomienda una temperatura mayor para hacer desaparecer las bacterias, pero ya lo hacen a esta temperatura en la mayoría de los casos, salvo indicación opuesta en la etiqueta. A mayor temperatura, mayor será el desgaste del textil.
Esto tiene una excepción y son las toallas blancas de hostelería. Estas se pueden lavar a 90 grados. El motivo es que están hechas de algodón rizo normal y están preparadas para ser lavadas a diario. Pese a ello, su tiempo de vida nunca será el mismo que el de unas toallas de bambú, algodón peinado o micro algodón, según la empresa de textil.
Es importante revisar de forma individual
Antes de iniciar el proceso de lavado, es esencial observar detenidamente las instrucciones específicas que acompañan a cada pieza. Entre las sugerencias previas al lavador se encuentran:
- Atender la etiqueta: Cada toalla puede tener indicaciones particulares que garantizan un mantenimiento óptimo.
- Separar tonalidades: Evitar la mezcla de colores impide que se transfieran pigmentos no deseados, preservando la intensidad original de cada prenda.
Así se deben sacar las toallas
Para optimizar la limpieza sin perjudicar la estructura de las fibras, la empresa textil aconseja:
- Omitir el uso de suavizantes: Estos productos pueden generar una capa por encima que disminuye la capacidad de absorción, además de ser agresivos para el tejido.
- Utilizar detergentes neutros: Preferiblemente, se recomiendan fórmulas destinadas a prendas delicadas que permitan conservar la fragancia elegida sin comprometer la textura.
- Procesar las toallas por separado: Cuando sea posible, lavarlas en compartimentos independientes ayuda a evitar mezclas indeseadas, especialmente en el caso de tonalidades intensas.
Como se explica previamente, el lavado debe realizarse con agua fría o a temperaturas que no superen los 40 grados, reafirmando que la moderación en el calor es clave para prolongar el rendimiento y la suavidad de las fibras.
Un mal secado puede estropear las toallas
Una vez concluido el ciclo de lavado, el tratamiento de las toallas continúa:
- Secado adecuado: La opción de la secadora o el aire libre (alejado de la luz solar directa) es preferible para evitar que se deterioren o queden apelmazadas. Es recomendable no exceder el tiempo de secado en máquina, ya que esto podría generar rigidez.
- Sacudir para recuperar la forma: Un buen batido después de secarlas favorece que las toallas retomen su volumen original.
- Evitar el vapor en la plancha: Utilizar este método puede propiciar la aparición de moho y olores desagradables, comprometiendo el aspecto higiénico del producto.
El truco con las toallas muy sucias
Cuando se trate de textiles especialmente sucios, es aconsejable emplear productos 3 en 1 que integren removedor de manchas, desinfectante y blanqueador. No obstante, es crucial abstenerse de recurrir a la lejía o a temperaturas excesivas, que podrían causar daños irreparables en las fibras. Para evitar desteñimientos con las toallas de color blanco, se recomienda lavarlas en solitario o únicamente con prendas de tonos similares. Se minimiza el riesgo de contaminación cromática, que puede acabar con la vida útil de las toallas o de las otras prendas que estén en la lavadora.