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Un fontanero sobre cuándo debes ducharte: "Nunca lo hagas con este electrodoméstico en marcha"

Ambos dispositivos compiten por el agua caliente del mismo calentador, repercutiendo de forma directa en la presión y la temperatura disponibles en cada uno

Un fontanero sobre cuándo debes ducharte: "Nunca te duches con este electrodoméstico en marcha"
Un fontanero sobre cuándo debes ducharte: "Nunca te duches con este electrodoméstico en marcha"Freepik

La rutina diaria lleva a muchas personas a aprovechar el tiempo y realizar varias tareas del hogar de manera simultánea. Sin embargo, según recomendaciones de expertos en fontanería, hacerlo puede salir caro, especialmente cuando se trata de poner la lavadora mientras uno se ducha.

El motivo es la organización habitual de los sistemas de fontanería en multitud de viviendas: tanto la ducha como la lavadora suelen estar conectadas a la misma red de tuberías. Esto significa que ambos dispositivos compiten por el agua caliente del mismo calentador, lo que repercute de forma directa en la presión y la temperatura disponibles en cada uno. Así pues, si el calentador de agua no es suficientemente grande, se agota con rapidez cuando se usan a la vez varios puntos que demandan agua caliente.

Esta situación no solo implica molestias: duchas frías, presión de agua variable y fluctuaciones de temperatura. Hay un efecto menos evidente, pero igualmente importante: el incremento en el consumo energético. Cuando la caldera o el termo intentan abastecer de agua caliente tanto a la ducha como a la lavadora al mismo tiempo, trabajan al máximo de su capacidad y lo hacen de forma menos eficiente. Esto, a la larga, repercute en un mayor gasto de electricidad y puede acortar la vida útil del electrodoméstico debido al sobreesfuerzo continuado que soporta.

Los expertos recomiendan diferentes soluciones para afrontar este problema. La más directa es reprogramar los hábitos domésticos para evitar el uso simultáneo de la lavadora y la ducha. En los casos en los que esta acción resulte difícil, instalar un calentador de agua de mayor capacidad o un sistema de calentamiento de flujo continuo puede ser una opción.

Otra alternativa es incorporar dispositivos como los mezcladores termostáticos o válvulas de equilibrio de presión en los grifos de la ducha, contribuyendo a estabilizar la temperatura y la presión aún con varios grifos abiertos.