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Incendios

Galicia afronta el reto de la reconstrucción mientras estabiliza los peores focos de la ola

Rueda reclama máxima vigilancia y medidas urgentes para evitar arrastres en las zonas quemada

Investigadas dos personas y detenida otra en Pontevedra como presuntas autoras de incendios forestales EUROPAPRESS

En Chandrexa de Queixa, Orense, viven alrededor de quinientas personas, vecinos de un municipio de montaña en el que la vida, normalmente, tiene visos de cierta rutina. Incluso en agosto, con mucho calor y más sol.

Hasta el pasado día 8, cuando el monte, de repente, se transformaba en un hilo de fuego que acompañaba el crepitar de las llamas. Este lunes, dieciocho jornadas después de su arranque inopinado, este incendio ha sido controlado, dejando tras de sí 19.000 hectáreas de tierra y ceniza. Un tercio de la ciudad de Madrid. El segundo peor fuego de la historia de Galicia, sólo superado por el de Larouco, también y por desgracia de muy reciente extinción.

Esta es la realidad de una tierra que busca reencontrarse con la normalidad, si es que eso aún es posible después de más de 92.000 hectáreas de monte devorado por el fuego, y en la que todavía hoy, tras más de dos semanas de ola, se sufren los ataques de algún que otro incendio puntual. Esta tarde, sin ir más lejos, en el municipio lucense de A Pobra do Brollón se ha declarado la situación 2 de emergencia como medida preventiva ante el inicio de un fuego próximo a núcleos urbanos. Este, como el de Avión (Orense) del día anterior, son, podrían ser, los últimos rescoldos de las llamas, a la espera de que las lluvias acompañen y la bajada de temperaturas amortigüe un escenario que, sin embargo, dista mucho de volver a ser normal.

No en vano, y una vez que se extinga el último incendio, tocará la ingrata tarea de la recuperación. Esa a la que se ha referido el presidente gallego, Alfonso Rueda, en una visita a la zona de Oia (Pontevedra), que se vio afectada por las llamas este fin de semana.

“Todo indica que había evidencias de intencionalidad”, ha afirmado el mandatario autonómico antes de poner el foco en la prevención de riesgos derivados de los incendios: “Toca trabajar para evitar los arrastres, que las cenizas comprometan los abastecimientos de agua, que los obstruya y provoquen acumulación y desbordamientos. Todo esto hay que hacerlo colaborando con los Ayuntamientos y las Diputaciones, pidiendo ayuda a todos, incluyendo el Gobierno central”.

En este sentido, ha agradecido la colaboración del Ejército y la actuación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desde el primer momento, y ha pedido que se mantenga y refuerce la presencia de medios militares en Galicia.