Incendios
Galicia mira al futuro tras una ola que suma más de 90.000 hectáreas quemadas
La Xunta, que celebra esta semana un Consejo extraordinario en Orense, reforzará el servicio de atención ciudadana para gestionar de modo urgente las ayudas
El crepitar de las llamas y el ruido de la angustia va dejando paso poco a poco al clamoroso sonido del silencio. Esa especie de vacío que envuelve el humo, la tierra negra, los árboles grises y la nada que rodea cada imagen. Porque en Galicia, después de más dos semanas de una de las peores olas de incendios que se recuerdan, el monte retorna por fin a esa necesaria, aunque triste, soledad.
Una que deja una estampa de más de 90.000 hectáreas arrasadas por el fuego, el equivalente a toda la ciudad de Nueva York, y que se ha llevado por delante el monte, sí, pero también explotaciones agrícolas y ganaderas, aldeas y enclaves naturales. Es la imagen que viene después de la tragedia y para cuya recuperación serán necesarias muchas horas y más apoyo.
Por este motivo, la Xunta de Galicia celebrará esta semana un Consejo extraordinario en la ciudad de Orense para habilitar partidas de apoyo especiales y urgentes para los damnificados. En este marco, el Gobierno gallego ha decidido reforzar el servicio de atención telefónica 012, que incrementará personal y horario con el objetivo de que todos aquellos que lo necesiten pueden solicitar las ayudas lo antes posibles.
Unos apoyos que podrán extenderse, entre otros, a explotaciones forestales, agrícolas o ganaderas; titulares de tecores (terrenos cinegéticamente ordenados); establecimientos comerciales, industriales, turísticos o deportivos; infraestructuras y al arreglo de las viviendas, además de ayudar con el alojamiento provisional a las personas afectadas.
Asimismo, también se prevén ayudas a las entidades locales para que puedan hacer frente a los gastos derivados de las actuaciones llevadas a cabo a consecuencia de los incendios y a los daños causados en los bienes de titularidad municipal por esta causa.
El anuncio lo realizaba ayer el consejero de Presidencia, Diego Calvo, durante una visita a las instalaciones de la Central de Emergencia, en la que destacaba, también, la importancia de los canales oficiales de comunicación del 112 Galicia, convertidos estos días en referencia para la población. “El compromiso del personal fue fundamental para coordinar la protección civil en esta situación tan compleja”, destacó.
Situación que parece más próxima a su fin según los últimos partes oficiales, que al mediodía de ayer reducían a dos el número de incendios activos en Galicia. Ambos en la provincia de Orense y con una evolución favorable: el de Chandrexa de Queixa, que arrasa 19.000 hectáreas, y el de Carballeda de Valdeorras, con 4.000 hectáreas quemadas.
Además, los partes de Medio Rural confirmaban que otros grandes incendios que han marcado esta crisis, como los de Larouco (30.000 hectáreas) u Oímbra-Xinzo (17.000 hectáreas), permanecían estabilizados. De este modo, el humo comienza a disiparse en los montes gallegos, dando paso a ese silencio atronador que lo invade todo y que ofrece, aquí y allá, innumerables imágenes marcadas por el negro y el gris de las cenizas. Demasiadas.