Seguridad Vial
Ingente trabajo de la Guardia Civil de Lugo por la presencia de conductores bebidos
En el plazo de pocas horas, fueron detectados varios de ellos, uno de los cuales había requerido la presencia de los agentes porque a su coche se le había reventado un neumático
No aprenden y siguen conduciendo bebidos. La Guardia Civil de Lugo investiga a tres conductores por delitos contra la seguridad vial en un intervalo de dos horas. Dos de los conductores arrojaron tasas que triplicaron el máximo permitido, uno tras sufrir un siniestro vial, otro tras cometer una infracción. Un tercero se negó a la realización de las pruebas de alcohol.
En el primer caso, los agentes fueron informados de que se había producido un siniestro vial a la altura del kilómetro 506 de la autovía A6, término municipal de Outeiro de Rei (Lugo). Una patrulla se personó en el lugar y comprobó que un vehículo se había salido de la vía por el margen derecho y ocupaba el carril izquierdo en el sentido de la marcha. Se procedió a asegurar la zona y alertar al resto de servicios de emergencia. El conductor, un vecino de Vilalba (Lugo), de 42 años de edad, arrojó en las pruebas de detección alcohólica una tasa tres veces superior al máximo establecido, que para conductores en general es de 0.25 mg/l.
Mientras los agentes efectuaban labores de señalización y apoyo al Equipo de Atestados en el siniestro anterior, observaron a otro vehículo que circulaba haciendo uso del alumbrado de largo alcance; producía deslumbramiento al resto de conductores y a los propios agentes que prestaban el auxilio en el lugar del siniestro, por lo que procedieron a su parada e identificación. El conductor, en este caso un vecino de Abadín (Lugo), de 57 años de edad, se sometió a las pruebas de detección alcohólica y arrojó igualmente unas tasas tres veces superior al máximo establecido.
Tras finalizar la actuación anterior, el Equipo de Atestados se trasladó a la LU-P-1611, a la altura del kilómetro 67.500, al objeto de atender la solicitud de otro conductor que había requerido presencia policial por haber reventado un neumático como consecuencia de haber circulado por el lugar donde se había producido el citado accidente. A la llegada de los agentes, el conductor que resultó ser un vecino de La Coruña, de 35 años de edad, se negó a la realización de las preceptivas pruebas de detección alcohólica, por lo que se procedió a su investigación por la supuesta comisión de un delito contra la seguridad vial. En este caso, las diligencias instruidas se hicieron entrega en el Juzgado de Instrucción de Guardia de Vilalba.
No termina aquí el ingente trabajo de los agentes de la Agrupación de Tráfico. En el kilómetro 0.100 de la LU S/N, en el término municipal de Láncara, se produjo otro siniestro vial, consistente en una salida de vía por el margen derecho y posterior vuelco. El conductor, un varón de 73 años y vecino de O Páramo (Lugo), arrojó tasas de alcohol que duplicaban ampliamente las tasas reglamentariamente establecidas.
La Guardia Civil recuerda que la conducción de un vehículo de motor o ciclomotor bajo la influencia de bebidas alcohólicas, y en todo caso cuando se condujere con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o con una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro, será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
En el caso de la negativa a someterse a las pruebas de detección de alcohol y/o drogas, el Código Penal establece unas penas de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
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