Salud mental
José Luis Marín, psiquiatra: “Seis de cada diez personas que acuden a psicoterapia no mejoran, debería preocuparnos”
El especialista es muy crítico con la situación actual: "Los resultados pueden ser catastróficos y el daño puede ser muy importante"
Acudir al psicólogo ha dejado de ser un tema tabú en España en los últimos años. Desde hace un tiempo se ha avanzado a nivel de salud mental y lo que hace no tanto tiempo nadie se atrevía a hacer público ahora es algo habitual. Esta figura se ha convertido en algo habitual hasta en equipos de fútbol y muchos deportistas de élite han reconocido acudir a él, buscando normalizar una situación que ayuda a muchas personas. Incluso Andrés Iniesta, autor del gol más importante de la historia del fútbol español, lo reconoció públicamente.
Esta ayuda profesional es fundamental para muchas personas ya que les ayuda a salir de un momento difícil que complica su vida o simplemente a gestionar mejor su día a día. La importancia de esta figura es clave, pero también hay aspectos con mucho margen de mejora en la actualidad. Un reconocido profesional del sector como es José Luis Marín, psiquiatra y psicoterapeuta con una trayectoria profesional de más de 40 años, ha sido muy autocrítico con la situación actual.
Reconocido por su visión integradora de la psiquiatría, la psicoterapia y la medicina psicosomática, ha sido un referente en el desarrollo y la aplicación de la Psicoterapia Breve, un modelo eficaz para abordar trastornos emocionales y psicosomáticos. Su trabajo ha impactado tanto en el ámbito clínico como ahora en la formación de miles de profesionales de la salud mental, donde reflexiona sobre el sufrimiento psíquico, el vínculo terapéutico y el papel del profesional en los procesos de transformación emocional.
La autocrítica de José Luis Marín
Nada más empezar el vídeo, compartido en la cuenta de TikTok 'Formación Psicoterapia, lanza una contundente afirmación: "Seis de cada diez personas que acuden a psicoterapia no mejoran y una de cada diez empeora". Son datos serios y complicados que intenta explicar este especialista, también formador, que alerta a sus compañeros: "Esto es un tema del que nadie quiere hablar, pero que debería preocuparnos a todos porque seguramente estemos fallando a nuestros pacientes".
"En todas las profesiones hay gente mejor y peor, pero cuando eso ocurre en psicología, los resultados pueden ser catastróficos", sigue reflexionando. Añade por qué se puede llegar a este fracaso: "Si el psicólogo no está bien preparado para hacer su trabajo, el daño puede ser muy importante". Está situación le llevó a dar un giro a su carrera hace un año: "Por eso decidí dejar la consulta y dedicarme exclusivamente a la formación".
De la terapia a la formación
El motivo de su cambio de rumbo es claro y tiene todo el sentido del mundo: "Pensé que en lugar de ayudar a un paciente podía ayudar a muchos terapeutas transmitiéndole todo lo que habíamos aprendido tras más de 40 años de práctica clínica". Explica en las personas que se centrará a formar: "Terapeutas que realmente estén interesados en cambiar su manera de trabajar para mejorar los resultados". La formación puede marcar los resultados.
La dificultad de algunos pacientes
El psiquiatra fue cuestionado por si hay algunos pacientes que sean especialmente complicados, pero respondió con firmeza: "No creo que los pacientes sean difíciles, lo que puede ser difícil es entenderlos". Explica la solución ante ello: "Por eso está bien estudiado también que los terapeutas más eficaces y mejor formados necesitan seis sesiones para conseguir un cambio clínico mientras que otros terapeutas necesitan 90 sesiones para conseguir el mismo cambio".
La clave es el factor T
No duda: "El problema no es el paciente, es el terapeuta". Explica la clave para pasar de 90 a seis: "Lo que marca la diferencia no es la técnica terapéutica, la última moda de intervención, es el terapeuta el famoso factor T". Revela el significado del factor T: "Las cualidades del terapeuta". Lo ve como algo positivo: "Ahora que sabemos cuáles son esas cualidades, se pueden enseñar y se pueden aprender. Por eso ahora solo me dedico a la divulgación y a la formación".
Lanza una reflexión final: "Si queremos cambiar los datos, necesitamos mejores profesionales. Tenemos que hacer autocrítica y estar en un constante proceso de aprendizaje. Es una responsabilidad que tenemos con nuestros pacientes y también con nuestra profesión".