Limpieza

Una limpiadora de hoteles revela qué zona de tu casa debes limpiar primero para evitar gérmenes

Este simple cambio en el orden de limpieza puede marcar la diferencia entre un hogar que parece limpio y uno que realmente lo está

Una limpiadora de hoteles revela qué zona de tu casa debes limpiar primero para evitar gérmenes
Una limpiadora de hoteles revela qué zona de tu casa debes limpiar primero para evitar gérmenesFreepik

Todos hemos sentido alguna vez esa sensación reconfortante al entrar en una habitación de hotel bien cuidada: el aire limpio, la cama perfectamente hecha, cada superficie reluciente. Replicar ese ambiente en casa puede parecer una misión imposible, incluso si dedicamos tiempo y esfuerzo a las tareas del hogar. Pero, según Lisa Williams, jefa de limpieza del Hotel Grand York (Reino Unido), todo depende de por dónde empiezas. Y es que, aunque limpiar es parte de nuestra rutina semanal, el orden de los pasos puede estar boicoteando todo lo que haces

El primer paso que lo cambia todo: la zona que debes limpiar para evitar gérmenes

Según Williams, el mayor error que cometemos al limpiar nuestras casas es no comenzar por las zonas más propensas a acumular gérmenes. “La clave está en desinfectar primero las superficies de mayor contacto”, explica en una entrevista con el diario Express. Estas son las áreas que tocamos constantemente sin darnos cuenta: manillas de puertas, interruptores de luz, grifos, barandillas… todas ellas se convierten, a diario, en puntos de transmisión de bacterias. Si dejas estos puntos para el final, corres el riesgo de ir extendiendo gérmenes por el resto de la casa mientras limpias.

Este principio no sólo aplica en el ámbito doméstico: es la misma lógica que siguen en hoteles donde se limpian decenas de habitaciones al día con un estándar exigente de higiene. En esos entornos, cada movimiento cuenta, y desinfectar las superficies más manipuladas antes de cualquier otra tarea asegura que la limpieza no se vuelva contraproducente.

¿Qué zonas concretas conviene priorizar?

Más allá de las ya mencionadas manillas e interruptores, también hay que prestar atención a otros “puntos ciegos” de nuestra rutina de limpieza: el mando a distancia del televisor, los pomos de armarios, los botones del microondas o del ascensor si vives en un edificio. Incluso los marcos de las puertas, especialmente a la altura de la mano, suelen ser zonas olvidadas que acumulan suciedad invisible.

La recomendación es pasar un paño con desinfectante (o una solución casera de vinagre y agua, si prefieres alternativas naturales) antes de comenzar con otras tareas. De esta manera, evitarás arrastrar esos gérmenes a superficies más limpias.

Una vez aseguradas las zonas de mayor contacto, puedes seguir con otras superficies como estanterías, mesas, espejos o lámparas. “Lo ideal es limpiar de arriba hacia abajo”, señala Williams. Así, si cae polvo o suciedad, no tendrás que repasar dos veces.

Por último, viene el suelo: barrer, aspirar y fregar. Este paso debe ser el final del proceso, ya que durante la limpieza es inevitable que algo caiga al suelo.

Un hombre limpiando el polvo de una estantería
Un hombre limpiando el polvo de una estanteríaFreepik

Cómo darle el “toque hotel” a tu casa

Más allá de la limpieza técnica, Williams también ofrece algunos consejos para transformar una casa común en un hogar digno de una revista. Y no se trata de gastar dinero en decoración nueva, sino de pequeños detalles que generan gran impacto.

Primero: mirar el espacio con ojos de invitado. “Aunque no vayas a recibir visitas, colocarte en la posición de alguien que entra por primera vez te hará notar detalles que de otro modo pasarías por alto”, dice. Una almohada mal colocada, un espejo con huellas o una mesa con objetos acumulados pueden romper la armonía visual de una estancia.

Segundo: el aroma. Un ambientador sutil o unas gotas de aceite esencial (lavanda, eucalipto o cítricos) pueden cambiar completamente la percepción del espacio. “La fragancia tiene un poder emocional enorme. No es sólo que huela bien: es que transmite limpieza”, concluye Williams.

La próxima vez que te enfrentes a una jornada de limpieza en casa, recuerda este sencillo consejo profesional: empieza por lo que más se toca. Porque no se trata sólo de que todo “parezca” limpio, sino de asegurarte de que realmente lo esté. Un gesto tan simple como limpiar primero un interruptor puede ser el primer paso para convertir tu hogar en ese espacio impecable que todos asociamos con los mejores hoteles.