Sucesos

De la lotería al hospital: un millonario británico gasta toda su fortuna en tres meses y sufre una embolia

La euforia de ganar un millón de libras llevó a un carretillero británico a una celebración de tres meses que terminó de la peor manera: con todo el dinero gastado y en una cama de hospital

Economía/Finanzas.- Los fondos de inversión firman su mejor mes de agosto en entradas de dinero nuevo desde 2005
Durante semanas, López fue el alma de su propio after: celebró “sin parar durante tres meses”Europa Press

Ganar la lotería puede cambiarte la vida… o reventártela en el intento. Que se lo digan a Adam López, un británico de 39 años que pasó de tener 12,40 libras en el banco a ver siete cifras en su cuenta y, poco después, a ingresar de urgencia en un hospital. Según contó a la BBC, su suerte cambió en julio, cuando compró un rasca y gana en una tienda de Norwich y se convirtió en millonario al instante. Tres meses después, en septiembre, una doble embolia pulmonar le recordaría que no todo lo que brilla es oro.

“Fue divertido, hasta que mi salud se deterioró”, declaró a la cadena británica con la serenidad de quien ha sobrevivido a su propia fiesta. Durante semanas, López fue el alma de su propio after: celebró “sin parar durante tres meses”, explicó. “El dinero me permitió vivir una vida que nunca había tenido, pero creo que me pasé de la raya. Sabía que esto acabaría en algún momento, y casi termina de la peor forma posible. Ha sido una lección enorme”, confesó.

El aviso llegó a principios de septiembre, cuando comenzó a sentir un fuerte dolor en la pierna. Los médicos determinaron que se trataba de un coágulo que se desplazó hasta los pulmones. “No podía caminar ni respirar. Llamé a una ambulancia y me llevaron en camilla. Lo más impactante fue estar tumbado escuchando las sirenas”, relató a la BBC. López pasó ocho días ingresado y asegura que jamás podrá agradecer lo suficiente al personal sanitario: “No importa si tienes un millón, cien millones o mil millones: cuando estás en una camilla, nada de eso importa”.

El susto también lo devolvió al suelo, en todos los sentidos. Reconoce que dejar su trabajo de carretillero fue un error: “Perdí mi estructura diaria, mi rutina. Fue una desconexión total de mi vida”. Ahora planea dedicar entre seis y nueve meses a recuperar su salud y su equilibrio antes de decidir qué hacer con el dinero que aún conserva.

Al final, el llamado “millonario exprés” ha aprendido por las malas que hay premios que cuestan más de lo que pagan. El suyo le dio un millón… y una advertencia: el dinero compra fiestas, pero no un cuerpo nuevo después.