La biodiversidad marina "se desploma". Esta es la alerta lanzada este lunes por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien pidió un cambio urgente de rumbo para proteger la biodiversidad marina durante la inauguración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), en Niza (Francia).

"Estamos fallando" al océano que es "el recurso compartido por excelencia", aseguró Guterres en la cumbre de alto nivel copresidida por Francia y Costa Rica, para salvar los ecosistemas marinos porque "sin un océano sano, no puede haber un planeta sano".

El secretario general hizo un llamamiento a una acción global e inmediata, destacando la adopción del Acuerdo sobre la Diversidad Biológica Marina en Zonas Fuera de la Jurisdicción Nacional como un avance histórico, e instó a todos los países a ratificar el texto y garantizar su rápida entrada en vigor. "Tenemos la oportunidad de restaurar la abundancia marina", enfatizó.

La contaminación por plásticos asfixia los ecosistemas

Guterres advirtió de la contaminación por plásticos que "está asfixiando los ecosistemas" y amenaza con que estos residuos lleguen a superar a las poblaciones de peces. Se lamentó además de las emisiones de carbono que impulsan la acidificación y el calentamiento de los océanos. En su discurso, pidió un compromiso firme para lograr un tratado global y legalmente vinculante que frene la contaminación por plásticos.

Resaltó que los pequeños Estados insulares, especialmente vulnerables al cambio climático y al aumento del nivel del mar, necesitan apoyo para reforzar su resiliencia y asegurar el acceso a alimentos sostenibles. Muchos aún tienen dificultades para acceder a productos saludables y asequibles, aseguró. Asimismo instó a un acuerdo con la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre pesca sostenible.

Durante su discurso, alertó sobre el bajo nivel de financiación del ODS 14 (vida submarina), al que se refirió como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible más olvidados. Para revertir esta situación reclamó más fondos públicos, el respaldo de los bancos de desarrollo y nuevas fórmulas para movilizar capital privado.

Llamó a avanzar con prudencia y rigor científico: "Las profundidades marinas no pueden convertirse en el salvaje oeste". En ese sentido, pidió una regulación basada en el derecho internacional y gestionada por la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos.