Nuevo pontífice

¿Por qué el nuevo Papa de Roma no puede llamarse como el santoral de hoy?

Aunque no existe una prohibición canónica formal, se considera una norma no escrita que ha perdurado como tradición

FOTODELDÍA CIUDAD DEL VATICANO (Santa Sede), 08/05/2025.- Nubes sobre la Plaza de San Pedro en el segundo día del cónclave, en la Ciudad del Vaticano, este jueves. EFE/ Giuseppe Lami
Cónclave para la elección del nuevo PapaGIUSEPPE LAMIAgencia EFE

Aunque el santoral de hoy celebra a San Pedro de Tarantasia, uno de los apóstoles más importantes del cristianismo, hay una tradición curiosa y poco conocida en la Iglesia católica: ningún Papa puede elegir el nombre Pedro al asumir el pontificado. ¿La razón? Es un gesto de respeto hacia el primer Papa de la historia, el propio San Pedro.

Según la tradición católica, San Pedro fue designado por Jesucristo como el primer líder de la Iglesia, y desde entonces ha sido considerado el "Papa original". Para subrayar esa unicidad, los papas que le sucedieron han evitado tomar su nombre. Este gesto simbólico reconoce que Pedro fue la "roca" sobre la cual se edificó la Iglesia, y que su papel es irrepetible.

A lo largo de los siglos, han existido más de 260 pontífices, pero ninguno ha optado por llamarse Pedro II. Aunque no existe una prohibición canónica formal, se considera una norma no escrita que ha perdurado como tradición. Algunos expertos en historia eclesiástica opinan que elegir el nombre Pedro podría interpretarse como una pretensión de igualdad o superioridad frente al primer Papa, lo cual resultaría teológicamente inapropiado.

Así, aunque muchos papas han rendido homenaje a San Pedro en sus discursos, encíclicas y decisiones, ninguno ha osado llevar su nombre. Hoy, mientras el mundo católico recuerda a San Pedro, también se recuerda por qué su nombre es considerado sagrado y reservado en lo más alto del liderazgo eclesial.